Pese a que la Dirección de Aviación Civil (DAC) aseguró que el avión accidentado en 1976, en el Chimborazo, no tenía caja negra, el ex piloto de esa aerolínea, Patricio Mosquera, aseguró que sí disponía, por lo menos de uno de estos aparatos.

La caja negra son dos artefactos de color anaranjado: uno que graba el audio de la cabina los últimos 30 minutos antes del impacto, y otro, una grabación metálica, que registra la altura, velocidad, rumbo, entre otros datos.

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Patricio Mosquera, quien voló el Vickers Viscount, de fabricación inglesa y matrícula HC-ARS, de Saeta, el día anterior al accidente de agosto de 1976, aseguró a EL UNIVERSO que la aeronave tenía el segundo aparato, pues incluso era una exigencia de la Dirección de Aviación Civil de ese entonces.

No se muestra completamente seguro de que haya tenido el primer artefacto (grabación de voz), pues dice que ha pasado tanto tiempo y que no se acuerda de ello.

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Mosquera y el ex vicepresidente de Saeta en esa época, mayor Carlos Serrano, argumentaron que el avión debió haber tenido el aparato, en vista de que la empresa Saeta compró dos Vickers Viscount idénticos en 1970 a la aerolínea Alitalia, y que el segundo, que se accidentó en 1979 pero cuyos restos se encontraron en 1983, tenía los dos dispositivos de la caja negra.

Sin embargo, la DAC y la Fiscalía de Riobamba no  anunciaron que buscarán la caja negra del avión.

La mayoría de los familiares de las víctimas aceptaron que el sitio sea declarado camposanto, resolución que de concretarse oficialmente, determinaría la finalización de la búsqueda de restos humanos y partes del avión, con lo que no se determinará en forma oficial las causas del accidente de la nave de Saeta, hace 26 años.