En Ecuador, el grupo Coenansa ensambló las marcas Fiat Uno y Premio durante la década de los 90.

La muerte del patrón histórico del grupo empresarial Fiat, Giovanni Agnelli, el viernes pasado, aumentó la expectativa sobre la suerte de una de los mayores imperios económicos de Europa, acuciado por la crisis desde hace más de un año.

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En Ecuador, Fiat estuvo presente a través del grupo Coenansa que ensambló la línea de autos comerciales gran parte de la década de los 90 en la ciudad de Manta. Los modelos que se fabricaron en el país fueron: Premio, Fiat Uno (en sus diferentes versiones) y las camionetas Fiorino. La ensambladora de Manta cerró sus puertas en 1996 debido a que la empresa decidió concentrar sus operaciones en los complejos industriales que poseía en Argentina y Brasil.

Tras la muerte de su fundador, el grupo emitió un informe en que se asegura su mejoría en el último trimestre del año pasado, con pérdidas inferiores a 200 millones de euros (similar en dólares), frente a los 490 millones de euros del primer trimestre.

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En una reunión con 130 altos ejecutivos, el presidente de Fiat, Paolo Fresco, no ocultó que este seguirá siendo “un año difícil”, aunque aseguraron que en el 2004 recuperaran el mercado perdido.

La caída en la venta de autos comerciales ha obligado al grupo a reducir 8.100 puestos de trabajo en el último año y le ha llevado a contraer una deuda que actualmente llega a los 3.000 millones de dólares.

Fresco admitió, por primera vez desde que la crisis originó los rumores, que el directorio analiza la posibilidad de separar el sector automovilístico del resto de negocios.

Agnelli construyó durante su vida un verdadero imperio, que se inició  con la construcción automovilística con las marcas Fiat, Alfa Romeo y Lancia, pero que luego se diversificó incluyendo la construcción de vehículos industriales, la metalurgia, la aeronáutica, aseguradoras y prestaciones empresariales (Bussiness Solutions), eso sin olvidar a “la perla”, Ferrari.

Según distintas fuentes, el proyecto de división de Fiat Auto incluiría la formación de una sociedad que cotizaría en la Bolsa de Milán, a la que se podrían unir Ferrari, la marca de autos de Fórmula Uno.

Las participaciones del grupo turinés ajenas al sector automotriz se integrarían en otra sociedad que podría encabezar la firma CNH, fabricante de maquinaria pesada.

La probabilidad de que estos proyectos se concreten se refuerzan con la presencia de Umberto Agnelli, hermano del fundador, tesorero y principal promotor de la idea de la división del imperio, con el apoyo de su socio estadounidense, General Motors, que hoy posee el 20% de las acciones del grupo.