El cantante brasileño Roberto Carlos, considerado el "rey" de la canción romántica de su país y autor de varias canciones con mensajes cristianos, lanzó hoy un nuevo disco que incluye un "rap" en el que critica la religión.
La letra de "Seres Humanos", la única canción inédita del disco que comenzó a ser vendido hoy en todo Brasil, cuestiona algunos dogmas del catolicismo y defiende la armonía entre todas las religiones, según indica el diario "O Globo".
"Qué negocio es ese de que todos somos culpados de lo malo que hay sobre la tierra?", se pregunta, al cuestionar el dogma del pecado original, Roberto Carlos, el cantante que tuvo una participación especial en la misa ofrecida por el Papa Juan Pablo II en su última visita a Río de Janeiro.
La canción fue compuesta en conjunto por Roberto Carlos y Erasmo Carlos, su viejo compañero musical, con el que inició su carrera como integrantes de la llamada "Joven Guardia".
En su tema, el "rey", admirado por sus canciones románticas y por sus interpretaciones de canciones como "Jesús Cristo (yo estoy aquí)", renuncia a la defensa exclusiva del catolicismo y propone el ecumenismo.
"Católicos, judíos, espiritistas y ateos somos maravillosos. Al final, todos somos hijos de Dios", asegura en su "rap" el cantante que llegó a pensar en la posibilidad de convertirse en monje.
Tras el fallecimiento en diciembre de 1999 de María Rita, su tercera esposa, Roberto Carlos estuvo recluido en su casa prácticamente un año, período que dedicó a la oración y durante el que pensó hasta en la posibilidad de vestir un hábito.
El cantante más popular de Brasil sólo regresó a los escenarios y a los estudios en diciembre del 2000 con el lanzamiento de un disco dedicado a María Rita, el número 55 de su carrera.
"Roberto Carlos ya no cree en los milagros. Esa es una de las cosas (dogmas) que no acepta. Hoy está abierto a otras enseñanzas, entre ellas la espiritista. El ahora lee la Biblia con espíritu crítico y ya no con fe ciega", asegura su empresario, Dody Sirena.
El empresario explicó que el cantante continúa organizando misas todos los domingos en su residencia, pero los sacerdotes ahora salen rápidamente después del oficio, cuando el músico comienza a cuestionarlos sobre las creencias católicas.