La explosión, que fue precedida por otra de menor potencia, se produjo en una zona de restaurantes y discotecas de Villavicencio, capital del departamento del Meta, 70 kilómetros al sureste de Bogotá, una próspera región ganadera y agrícola con presencia de guerrilla y paramilitares.
En la ciudad de 350.000 habitantes se disputa actualmente la serie semifinal entre Colombia y Uruguay por el Grupo Dos de la Zona Americana de la Copa Davis de tenis.
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“Ha sido un acto absolutamente demencial, dirigido contra población absolutamente inerme. El balance que se tiene hasta el momento es de 11 personas que han perdido la vida y aproximadamente 50 heridas”, dijo el alcalde de Villavicencio, Omar López.
Ninguna organización se atribuyó el ataque de inmediato, pero el Alcalde y el comandante de la Policía en el departamento del Meta, coronel Jorge Alirio Barón, aseguraron que lo ejecutaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
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La Federación Internacional de Tenis (FIT), a raíz del atentado terrorista que se produjo en la madrugada de ayer en Villavicencio, exigió máximas medidas de seguridad para disputar los dos últimos juegos de sencillos entre Colombia y Uruguay por la semifinal de la Zona Americana de la Copa Davis.
El capitán del equipo de Colombia, Uriel Oquendo, dijo que se enteró ayer de la exigencia de la FIT.