La demanda del país es de aproximadamente 4.600 megavatios, mientras que la capacidad instalada es de 6.500 megavatios. Existe una diferencia de casi el 30 % entre la oferta y la demanda del servicio, es decir, tenemos instalados casi 2.000 megavatios más de lo que se consumiría normalmente. No obstante, los racionamientos de luz se han vuelto una constante durante estos últimos años porque esta diferencia que pareciese cuantiosa está inservible. Entonces, empezaremos a analizar el problema en dos escenarios puntuales. El primer escenario es cuando no existen condiciones climáticas que deriven en un estiaje, es decir, el caudal de los ríos y las condiciones meteorológicas son las adecuadas para que los niveles de las centrales hídricas estén sobre el mínimo requerido, inclusive con una cota mayor para asegurar su funcionamiento. Por consiguiente, en un día normal para el país, la generación hídrica está cerca del 80 %, por ende, las centrales hidroeléctricas son capaces de producir aproximadamente 3.600 megavatios, mientras las centrales térmicas producen la diferencia, que es cercana a 1.000 megavatios. En caso de no abastecer, se importa energía desde Colombia.

En el segundo escenario, se da debido a las condiciones naturales extremas que estamos atravesando y a los cambios climáticos causados por la contaminación ambiental y la huella de carbono. Aquí, las cotas de los embalses de las centrales hidroeléctricas disminuyen, y por ende no pueden ingresar con todo su potencial. Estudiemos un día en particular en el periodo de estiajes. El 20 de abril de 2024 es el día en el que los racionamientos de energía han sido más prolongados. La distribución de energía eléctrica por fuentes de generación muestra un 70 % del total con energía hidroeléctrica, y el restante con generación térmica y con fuentes de energía no convencionales. Colocando estos datos en función de potencia, las centrales hídricas producen cerca de 3.000 megavatios, y las centrales térmicas alcanzarían los 1.000 megavatios, al igual que en el escenario anterior. Pero nos hacen falta 600 megavatios para cubrir la demanda, siendo esta la razón de los apagones de casi 9 horas. Esto se debe también a que Colombia no nos suple esa diferencia.

La razón de la indisponibilidad es muy sencilla, y se da ya que las máquinas no pueden operar debido a su mal estado, el mismo que no es de ahora, es un mal heredado de muchos años atrás. La recuperación del parque termoeléctrico junto a la adición de megavatios es la solución definitiva al problema de racionamientos del país, pero no estará lista en mayo, ni en junio. Estas acciones no se realizan en días ni en pocos meses, pues obedecen a planes de trabajo que son difíciles de cumplir en los periodos cortos de gobiernos que han existido. Es necesario buscar los mecanismos para poder cumplir un plan bien ideado, y por ende es necesario buscar continuidad en las gestiones para lograrlo.

Hoy estamos a cinco meses del siguiente estiaje y el pueblo espera que las nuevas autoridades del sector eléctrico logren que en el siguiente estiaje no tengamos racionamientos, repotenciando el sector. (O)