Entre la espesura del bosque nuboso de San Luis de Pambil del cantón Guaranda, Bolívar, los doctores Carlos Cerón, Carmita Reyes, Inés Verdezoto junto a Luis Caiza registraron, el mes pasado, diez árboles de la especie Ecuadendron acosta-solisianum, más conocidos como guabilla o guabo jiche.

Es la primera vez que se detecta la especie en esta provincia. Antes, se conocía de su presencia en Azuay, Cañar, Guayas y Esmeraldas.

La guabilla se encuentra en la categoría de En Peligro Crítico en el país, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).

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Del árbol, que es endémico del Ecuador, se posee poca información sobre su estado o conservación, por eso lo relevante del hallazgo, asegura Carlos Cerón. “Sabemos que tienen diámetros superiores a los 60 centímetros y alturas de 25 metros, copa frondosa, flores blanquecinas, inflorescencias colgantes entre 1 y 2 metros de largo... y que sus flores son polinizadas por abejas, aves y murciélagos, pero no tenemos registro de cuántos hay, en qué zonas del país están exactamente o qué animales sirven como dispersores de sus semillas”, indica.

El experto afirma que el estado que le da la IUCN a la especie es porque, entre otras cosas, es considerado maderable. “La deforestación y la fragmentación de los bosques donde crece la especie es evidente. En provincias del Azuay y Esmeraldas la consideran maderable, aunque en Bolívar si bien las áreas adyacentes al árbol son ya pastizales y chacras, los habitantes no lo talan porque no lo consideran buena madera, entonces puede ser que por desconocimiento han mantenido a la especie”, dice.

Además, sostiene que es urgente levantar estudios que “detecten si existen más Ecuadendron en los parches de bosques que quedan para determinar si con algún tipo de declaratoria en las áreas cercanas de donde se los encuentre podamos salvar a esta especie”.

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Una de las peculiaridades encontradas en este hallazgo es que el pico del proceso de floración ya estaba terminando y la mayoría de árboles tenían frutos, pero en las especies encontradas en Esmeraldas este se da en los meses de julio o junio, según varios estudios.

Tanto por sus características como por el endemismo, la especie es peculiar desde su publicación en 1998 debido a que el género menciona su hábito, lugar de origen y resalta el trabajo del botánico ambateño Misael Acosta Solís (+).

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Según la IUCN, desde el 2000, solo se tenían documentados menos de 100 individuos entre las estribaciones occidentales de los Andes, en la Reserva Manglares Churute (Guayas), y 350 kilómetros en el noroeste del país, en la Reserva Mache Chindul, cerca del río Sucio, en la provincia de Esmeraldas.

Los bosques nubosos ubicados en los flancos occidentales de Bolívar no forman parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, es por esto que la Municipalidad de San Luis de Pambil ha invitado a científicos para que levanten líneas bases y estudios de especies para que puedan solicitar al Gobierno central la inclusión de estas zonas en el programa.

“Estas zonas tienen gran valor debido a sus funciones ecológicas como fábricas de agua, filtro y protección de las cuencas primarias acorde a las pendientes pronunciadas del sector, deberían ser bosques protectores para la conservación, ecoturismo, alternativas a la producción agrícola y ganadera extensiva. Además, botánicamente poco se conoce de estos bosques, se deben estudiar a profundidad”, dice Cerón.

La localización de este grupo de árboles tiene un valor agregado, ya que corresponde al montaje de la muestra cien mil del herbario Alfredo Paredes de la Universidad Central del Ecuador. Cerón, quien es director de la institución, ha catalogado 82 mil de dichas colecciones y ha publicado nueve especies nuevas. (I)

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Bosques nubosos
Ecosistemas

Características
Un bosque o selva nubosa es generalmente un bosque húmedo montano tropical o subtropical, que se caracteriza por altas concentraciones de niebla superficial.

Especies
Presentan una abundante cobertura de vegetación. Los árboles poseen raíces más cortas y pesadas. Estos bosques se desarrollan con preferencia alrededor de montañas, donde la humedad introducida por nubes en formación es retenida con mayor efectividad.