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En investigaciones de Rodrigo Pesántez Rodas se revelan detalles ocultos del bardo.
Nancy Menéndez, nieta del escritor, revela detalles de su vida con la hija del poeta.
Fue hace cien años, exactamente la noche de un 10 de junio de 1919, cuando La Enmascarada besó las mejillas mulatas de Medardo Ángel Silva. Su fijación con la muerte o su curiosidad con ella estuvo presente desde muy pequeño.
Conversatorios, propuestas teatrales, presentaciones musicales y dancísticas, romerías, artes plásticas, entre otras actividades fueron parte de una jornada organizada por la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas.
Hoy se cumplen 100 años del fallecimiento del mayor exponente del modernismo literario en Ecuador. Diario EL UNIVERSO invitó a cinco noveles poetas a quienes se le formuló las mismas preguntas sobre Medardo Ángel Silva.
Mónica Murga, docente de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, comenta que escuchar el nombre de Medardo Ángel Silva le genera emociones con sentido romántico porque hay una carga cultural en torno a ese imaginario del poeta.
Las características del modernismo pueden ser variadas, pero hay unos puntos que son coincidentes en todos los autores que lo experimentaron, como es el anticonformismo, un rechazo acentuado al convencionalismo burgués, un marcado afán de renovación de la poesía, la exaltación del individuo, pesimismo como actitud ante la vida, y un marcado realismo.
Es esa misma ciudad protagonista de algunas crónicas de Silva, que hoy lleva tatuado su nombre en algunos de sus rincones, como en una especie de homenaje silencioso.
El siglo XX se presenta en el Ecuador con todas las características de la modernidad, el triunfo de la Revolución Liberal, de fuerte contenido popular, lo cual había derrotado al poder conservador religioso.
A quienes hemos transitado en sus publicaciones nos da la impresión de que su fuerza poética es la de una resistencia anacrónica que se ocupa de registrar las impresiones y vocaciones que, a finales del siglo XIX lo llevan a su poderosa manera de expresar la realidad.
Guayaquil, la ciudad de Medardo, fue la cuna del pronunciamiento alfarista allá por 1895, la ciudad rebelde, la ciudad heroica que después se convertiría en mártir.
Gestores culturales prepararon actividades por el centenario del fallecimiento del escritor.
Poesía inconmensurable, emocionalismo exacerbado. La esencia reveladora de este hombre fue apasionado dramatismo, resonancia y confrontación doblemente llena de divagaciones
María Mercedes Silva fue la hija que el poeta procreó con Ángela Carrión y que nació en 1918.
Los escritos de Medardo muestran al cronista que impulsado por su curiosidad transitó por los rincones sórdidos del Boulevard de la 9 de Octubre para a través de las palabras hacer un registro casi fotográfico de Guayaquil.
El vate guayaquileño nació en la llamada Ciudad Nueva. Desde 1898 hasta 1919 el centro de Guayaquil fue escenario principal para uno el más grande exponente del modernismo en Ecuador.
Además de ser el más grande exponente del modernismo en Ecuador, Medardo Ángel Silva fue un escritor con una vida llena de particularidades. A continuación algunas curiosidades que debes conocer del poeta niño.
Olvidemos por un momento que se acercan los cien años, olvidemos que perteneció a los decapitados y olvidemos en qué lugar se sabe posar el alma cuando cobra vida en una poesía, gracias al juego de entonadores sin rostro.
Me decido a seguir los hipotéticos pasos de Medardo para conmemorarlo, para intentar comprenderlo, para identificarlo entre los noctámbulos.
Medardo Ángel Silva nació el 8 de junio de 1898. Fue un reconocido poeta y músico guayaquileño que transmitía en sus versos las vivencias y las anécdotas que tuvo desde temprana edad; pues desde pequeño tuvo cercanía con el dolor y la muerte, por lo reflejado desde sus escritos.