La obsesión por bajar de peso es una amenaza a la vida. Los buenos hábitos alimenticios y el control –si se requiere de acompañamiento– de médicos o nutricionistas calificados son el camino más seguro para quienes tienen sobrepeso. Lanzarse a la aventura de probar cualquier mecanismo resulta extremadamente peligroso y en ese marco la Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de presentar una alerta.

La OMS advierte de la proliferación de falsificaciones de medicamentos regularmente utilizados contra la diabetes, “pero cada vez más populares para propiciar la pérdida de peso”, lo que ha aumentado su demanda global.

Cosméticos, preservativos, medicamentos y otros artículos falsificados se hallaron en bodegas clandestinas en la Bahía

Se han descubierto lotes en Brasil, Estados Unidos y Reino Unido. No obstante, la alta demanda de productos para bajar de peso en América Latina obliga a que los gobiernos estén atentos ante al tráfico de medicamentos falsos.

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Los reguladores estatales deben incrementar la vigilancia por las posibles falsificaciones, deteniendo el uso de cualquier producto sospechoso y reportándolo a las autoridades competentes.

Entre las acciones que desarrolla en Ecuador la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, Arcsa, está el hacer cumplir las normativas sanitarias. Para el efecto, desarrolla operativos junto con la Unidad de Delitos Aduaneros y Régimen Tributario de la Policía Nacional. La alerta de la OMS es un buen argumento para fortalecer la vigilancia de venta de productos falsificados.

El uso de fármacos sin receta médica es un error frecuente que trae consecuencias. Los consumidores que adquieran productos en sitios no regulados o usando internet tienen que estar conscientes de que en esos casos hay más peligro de estafa y de efectos nocivos.

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La OMS habla de “una serie impredecible de riesgos o complicaciones para la salud” al consumir productos falsificados o sin registro sanitario para el control de peso u otros intereses. La responsabilidad es de las autoridades, pero también del consumidor. (O)