Así los antiguos emperadores reunían a reyes y reyezuelos para que les rindan pleitesía, esta semana vimos a Xi Jinping y Vladimir Putin reunir a sus vasallos en la cumbre presidencial de los BRICS. En realidad, el Sol es China, Rusia como la Luna brilla con luz prestada (léase auxilio financiero). Este grupo fue fundado por los dos imperios con la colaboración de tres potencias de segunda, India, Brasil y Sudáfrica. Les hicieron creer que son iguales, para conformar con ellas una entidad supranacional para oponerse al G7, club de los países más ricos de Occidente.
China y Rusia son Estados totalitarios, cuyos regímenes acallan toda disidencia sin reparar en límites legales ni éticos. Extrañamente Brasil, India y todavía Sudáfrica son democracias aceptables. En esta cumbre de 2024, celebrada en la ciudad de Kazán en territorio ruso, se dio la bienvenida a nuevos miembros, Egipto, Emiratos Árabes, Etiopía e Irán. Como se ve, ninguno de ellos es una democracia y la presencia de la teocracia iraní envenenará con más antioccidentalismo a este grupo de por sí reactivo a los valores republicanos. También debían ingresar Arabia Saudita, pero parece que hará prevalecer su alianza con Estados Unidos, y Argentina, donde el presidente Milei, el único líder occidental con visión estratégica, dijo que no, gracias.
A Kazán asistieron cerca de 40 entidades políticas. Algunas de ellas han pedido su admisión en los BRICS. Turquía y Malasia serían socios deseables. Entre el resto de las concurrentes hay una curiosa mezcla de satélites exsoviéticos de Rusia, como Bielorrusia, Kazajistán, Azerbaiyán y Armenia; dictaduras africanas de viejo estilo, Congo y Eritrea; más Estados de existencia fantasmal, Palestina y Srpska. A todos los une su fobia a Occidente y su poca vocación democrática. En medio de este revoltijo biodiverso asombró, sin sorprender, la presencia del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, habida cuenta de que la ONU ha condenado repetidamente al anfitrión Putin por la invasión de Ucrania.
Esta mescolanza supuestamente tiene por objetivo organizar un ente de cooperación económica que permita a sus miembros eludir el uso del dólar americano, el sistema de pagos Swift y otras estructuras financieras sostenidas por los países occidentales. Se avanzó poco en ese sentido, la contraposición de intereses es muy fuerte, por ejemplo, Pekín pretende imponer su moneda como medio de cambio, algo que Rusia e Irán no aceptan y trabajan en crear un sistema distinto. La verdad es que el BRICS es una agrupación geopolítica creada por los imperios para apoyar sus ambiciones hegemónicas. Rusia busca aval a su invasión de Ucrania. Y China pretende apalancar políticamente su planificada ocupación de Taiwán.
El emperador Xi mostraba en Kazán su sonrisa congelada, pero pocos días atrás, vestido inusitadamente con tenida militar, asistía a las mayores maniobras de acoso contra la isla, que comprendieron el disparo de misiles. Después de la experiencia de Ucrania, que fue invadida por una concentración de tropas supuestamente reunida “para maniobras”, el mundo tiembla ante semejantes despliegues y cualquier cosa puede pasar. (O)