El 2023 arrancó con algunos eventos en mi vida, coincidentemente todos relacionados con la economía. Llegó a mis manos un artículo escrito por un experto en criptomonedas, participé en un conversatorio sobre los acuerdos comerciales cerrados con China y Costa Rica y asistí a una conferencia de un empresario sobre los ciclos económicos basada en el libro titulado El nuevo orden económico internacional, escrito por Ray Dalio.

El artículo que leí señala que el Banco de Pagos Internacionales, el “banco para los bancos centrales”, adoptó una serie de normas que permitirán a los bancos centrales de todo el mundo incluir criptomonedas en sus balances a partir del 2025, decisión sin precedentes, ya que hasta ahora los bancos se habían opuesto a incluir activos digitales. Se vislumbra en el futuro no muy lejano el uso de las criptomonedas como moneda de uso frecuente.

En el conversatorio con el ministro de la Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca quedó claro que en el acuerdo con China se ha buscado precautelar las sensibilidades del aparato productivo, a la vez que promover la internacionalización, el acceso libre de arancel para más del 99 % de los productos ecuatorianos y potencializar la digitalización. Representa un potencial de crecimiento en cerca de $ 1.000 millones en exportaciones no petroleras. También se prevé que habrá una plena integración con Costa Rica. Estaremos más blindados contra los vaivenes de la política local al tener que cumplir acuerdos internacionales, nuestras industrias tendrán el desafío de ser mucho más competitivas, así como el Gobierno deberá reducir costos de tramitología.

Un paradigma no es más que un modo de ver una circunstancia o la vida en general.

Finalmente, la conferencia a la que asistí destacó que la economía funciona en forma simple y mecánica, que si comprendemos que la economía consta de unas pocas piezas simples y muchas transacciones que se repiten una y otra vez y que esta dinámica genera ciclos, estaremos en la capacidad de poder visualizar nuestro futuro. Para Ray Dalio las transacciones impulsadas por la naturaleza humana son el motor de la economía y el crédito la gasolina. La economía se compone de tres ciclos: de la productividad, de las deudas a corto plazo y las deudas a largo plazo. Todos los demás fenómenos se derivan de estos.

Estos eventos me han servido para reflexionar acerca del poder de los paradigmas y su impacto en las decisiones y acciones que tomamos. Un paradigma no es más que un modo de ver una circunstancia o la vida en general. Las personas interpretan los hechos de una manera distinta porque han adoptado un paradigma distinto. Algunas personas verán estos cambios tecnológicos, acuerdos comerciales, ciclos de economía y otros eventos con el lente de las amenazas, otros con el de las oportunidades. Algunas personas se congelarán, otros comprenderán que vivimos una transformación y debemos cambiar con él; unos pensarán que la economía es inentendible, otros profundizarán en el conocimiento de cómo funciona para tomar decisiones inteligentes. El hecho cierto es que la forma como pensamos afecta lo que hacemos y si estamos abiertos a adoptar nuevos paradigmas se abren nuevas posibilidades en la vida, como bien afirmó Marcel Proust: “El único verdadero viaje de descubrimiento consiste en mirar el paisaje con nuevos ojos”. (O)