En la Constituyente de Montecristi, Rafael Correa cuestionó a sectores a los que hoy llama a unírsele. En la clausura, expresó: “Lo dije el 29 de noviembre del 2007, en la inauguración de esta asamblea (…). El mayor peligro para nuestro proyecto de país es el izquierdismo y el ecologismo infantil. Temo que no me equivoqué, aunque tal vez me faltó añadir el indigenismo infantil”. La represión a los “infantiles” del indigenismo se inició con la represión al pueblo de Dayuma, el 30 de noviembre del 2007. La entonces prefecta de Orellana, Guadalupe Llori, protestó por la represión, Correa la tachó de incitadora. “Es peor que la Mama Lucha –personaje siniestro que vendía protección–, es tontísima”. Llori respondió: “Da la imagen de ser un vulgar patán”. El 7 de diciembre del 2007, allanaron su casa. En la Asamblea se planteó amnistía para los detenidos por el caso Dayuma, le fraguaron un delito de peculado para que la amnistía no la libere y se la llevaron a Quito. Para vejarla, le ordenaban lavar ollas y pelar papas, pero ante su resistencia la forzaron “a restregar el piso para sacar restos de chicles”.

Ese es el reto

En la Asamblea de Montecristi, cuando se pasó a la organización del Estado, en la Constitución se fueron introduciendo cambios no debatidos, que además se fueron modificando, nunca se leyó texto alguno para votación final. Esto motivó la denuncia a la Fiscalía, expediente 112-2008, que fue desestimada por la cobardía de quien era fiscal general, porque “podía ser cierto el fraude del texto, pero lo aprobó el pueblo en consulta”, aun cuando el texto no se publicó en la convocatoria, sino en ejemplares para repartir y publicitando normas de garantías que en los hechos hasta la fecha solo están en el papel. Los engendros de Consejo de Participación Ciudadana y Control Social y otros que se cuestionan se dieron en esos cambios.

Rafael Correa y Gudalupe Llori en la campaña de 2006. Captura de pantalla de un video de YouTube.

De triunfar la señora Luisa González, ¿no se repetirán conductas y expresiones como las señaladas?

De triunfar Daniel Noboa, ¿habrá tolerancia y rectificaciones? Es de esperarlo, ya no será tiempo de campaña. Bien porque se haya notificado al consorcio Sinopetrol que quedaba sin efecto la adjudicación para explotación y exploración del campo Sacha, en cuya oferta hubo trampas, ya analizadas en diversos espacios.

Comprendo que las frases contra el comunismo haciendo referencia a Maduro y Correa son para asustar. Maduro ni ha de saber que es comunismo, a él lo dejó Chávez en el poder y es dictador por fraude. Correa no es comunista, Marlon Santi, cuando era presidente de la Conaie, 2008, lo tachó de personaje “tragicómico” por sus excesos verbales y contradicciones. Maduro y otros son resultantes de que Estados Unidos, en los años 30 y siguientes, dio poder y mantuvo con sus abusos y corrupción a los Somoza en Nicaragua, Batista en Cuba, Trujillo en República Dominicana, Duvalier en Haití, entre otros. Del primero de los Somoza, el presidente Franklin Delano Roosevelt expresó: “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.

Antes del domingo 13, ojalá digan los candidatos: “Seré tolerante con las opiniones ajenas”; “sustentaré el porqué tomo una decisión”. Si lo leen, me avisan para reproducirlo. (O)