Existimos personas que vamos obsesivamente detrás de la verdad e investigamos nuestro alrededor más allá de un trabajo remunerado. La investigación la llevamos a nuestras vidas personales y, cuando encontramos alguna verdad que se ha mantenido oculta, muchas veces duele; es la luz que lastima los ojos cuando se la mira de frente.
Esta sociedad no está acostumbrada a conocer la verdad, por miedo o comodidad, que es lo mismo. Será por eso que, cuando el periodismo revela alguna investigación, la gente se sorprende, admira, pero al final dejan a los periodistas solos con su descubrimiento. Allá si los matan, e incluso suelen decir: “Para qué se mete en temas peligrosos”.
Este 7 de diciembre, el embajador estadounidense Michael Fitzpatrick dio sus segundas declaraciones más fuertes; las primeras fueron cuando habló sobre narcogenerales. En ese momento señaló que había una lista de ellos. En esta ocasión alertó de que la corrupción en el Ecuador ya no solo se desenvuelve en el sector público, sino que, mediante el lavado de activos, se está extendiendo a otros ámbitos, como en algunos equipos de fútbol e incluso en medios de comunicación que mostraban una línea conservadora. Con respecto a este último señalamiento agregó que existen medios que desvían investigaciones criminales, lo cual representa una dura declaración para quienes entendemos lo que es desarrollar una investigación y luchar contra la corrupción.
Fitzpatrick dijo claramente, de manera oficial, en sus dos intervenciones lo que pasa en el Ecuador. Este acto es de aplaudir, ya que dentro del anterior gobierno, policías, miliares, prensa y sociedad en general se comentaba en los pasillos, pero nadie se atrevía a decirlo fuerte y claro. Sin embargo, lastimosamente, sus declaraciones solo quedaron en discursos fuertes, porque casa adentro no se tomaron medidas. Él, como diplomático, no puede hacer más; de lo contrario, sería una intervención directa en situaciones de un país soberano.
Todos esperamos que el presidente Daniel Noboa ejecute acciones. Después de las declaraciones del embajador, el mandatario dijo que se debe atacar al lavado de dinero. Palabras acertadas, ya que el crimen organizado transnacional vive por su gran capital. El dinero es su corazón.
Expertos señalan acciones a seguir. Por ejemplo, el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), en su cuenta X, propone nueve ejes de acción; entre ellos destaca el instituir una política interinstitucional enfocada en impactar las economías ilícitas –con lo que está de acuerdo el jefe de Estado-. También se dice que el Gobierno debe establecer una mayor coordinación interinstitucional.
La descoordinación entre instituciones estatales ha sido visible en los últimos años, mientras que el crimen organizado mantiene asesorías internacionales, integrantes capacitados en el exterior para desempeñar adecuadamente sus funciones dentro del grupo.
Frente a las declaraciones del embajador Fitzpatrick, como sociedad esperamos que el Ejecutivo tome acciones en el tema de seguridad y ojalá la Asamblea Nacional esté al mismo nivel y no persiga autoridades por caprichos políticos. (O)