Amazonía, una vasta zona cultural y geográfica que cubre ocho países de América del Sur, es un pulmón verde que alberga una riqueza inigualable de vida y biodiversidad. Y en este territorio, que define también en gran medida lo que es el Ecuador, se libra una batalla silenciosa pero feroz. El cambio climático, esa sombra persistente que se cierne sobre nuestro planeta, está dejando una marca indeleble en este santuario natural.

La Amazonía ecuatoriana es parte de un ecosistema único, un tesoro de flora y fauna que alberga una inmensa diversidad biológica. Pero, desafortunadamente, este paraíso se encuentra amenazado por el calentamiento global y sus efectos colaterales. Las temperaturas más altas y los patrones de lluvia alterados están modificando los ciclos naturales y perturbando el delicado equilibrio de la selva tropical.

Qué es la economía azul y por qué es importante para América Latina

Uno de los impactos más visibles del cambio climático en la Amazonía ecuatoriana es la deforestación. La tala ilegal de árboles y la expansión de actividades humanas, como la agricultura y la ganadería, han llevado a la destrucción de vastas extensiones de bosque. Este proceso devastador no solo disminuye la capacidad de la selva para almacenar carbono, sino que también destruye hábitats cruciales para innumerables especies, muchas de las cuales aún ni siquiera hemos descubierto.

Este jueves 15 y viernes 16 de junio se realiza en la Universidad Estatal Amazónica, en la ciudad de Puyo, provincia de Pastaza, la segunda Cumbre Amazónica sobre Periodismo y Cambio Climático. En apenas dos ediciones, este evento se ha constituido en uno de los encuentros de periodismo ambiental más importantes de la región.

El fenómeno meteorológico El Niño ha comenzado, alerta Centro de Predicción Climática de la NOAA de Estados Unidos

Aunque decir lo anterior es quedarnos cortos. La realidad es que la cumbre trasciende el campo del periodismo ambiental, y lo que sucede en Puyo es que se abre un espacio en el tiempo para que científicos especialistas en cambio climático, lideresas y líderes de las comunidades amazónicas, ambientalistas, periodistas, emprendedores, autoridades, comunidad internacional y cooperantes establezcan lazos, tejan redes, encuentren puntos comunes de interés, planifiquen acciones, trabajos y proyectos comunes, surjan investigaciones, reportajes y otros trabajos periodísticos.

El cambio climático es un fenómeno complejo que requiere de una comprensión profunda y precisa. Aquí es donde entra en juego la labor de los periodistas: traducir los hallazgos científicos en un lenguaje accesible y significativo para el público en general. Al contar historias que resuenen emocionalmente, los periodistas pueden lograr que la gente se conecte con la problemática y la sienta como propia. La empatía y la comprensión son catalizadores poderosos para el cambio.

Las turbulencias se acentúan debido al calentamiento global, indica estudio

Este año, la Cumbre Amazónica sobre Periodismo y Cambio Climático plantea una extensa agenda de actividades con conferencias magistrales (en formato TED), paneles de discusión y mesas de debate, talleres y conferencias. Un comité de expertos asesoró en la elaboración de la agenda del evento y se planteó que uno de los temas centrales sea el impacto en la salud de los crecientes procesos de deterioro de las cuencas hídricas, es decir, de los ríos que son las arterias de la Amazonía.

Lo cierto es que la disminución de las lluvias y los cambios en los patrones de sequía están afectando la disponibilidad de agua en la región. Los ríos que serpentean por la Amazonía ecuatoriana, fuentes de vida y sustento para comunidades indígenas ancestrales, se están secando. La escasez de agua pone en peligro la supervivencia de plantas, animales y seres humanos, y provoca conflictos por los recursos naturales cada vez más escasos.

La Cumbre Amazónica, organizada por Fundamedios y apoyada por un sinnúmero de instituciones, nos recuerda que el periodismo no solo debe informar, sino también cuestionar y desafiar el statu quo y promover soluciones. El periodista debe ir más allá de la mera descripción de los problemas y destacar las iniciativas innovadoras y los proyectos inspiradores que están teniendo un impacto positivo en la lucha contra el cambio climático. Al destacar historias de éxito y presentar alternativas sostenibles, los periodistas pueden empoderar a la sociedad y mostrar que hay esperanza en un futuro mejor.

La colaboración entre periodistas de diferentes disciplinas y países también es esencial en la lucha contra el cambio climático. Los desafíos que enfrentamos trascienden las fronteras y las barreras del idioma. El periodismo de investigación colaborativo puede llevar a cabo investigaciones más profundas y amplias, lo que resulta en una cobertura más completa y precisa. Compartir recursos, conocimientos y perspectivas puede fortalecer la voz del periodismo y aumentar su capacidad para generar un cambio real.

Todo esto y más son las enseñanzas que nos plantea la Cumbre Amazónica sobre Periodismo y Cambio Climático. Se trata de una gran oportunidad para que todos nos involucremos activamente en la urgente mitigación y adaptación frente a los innegables impactos del cambio climático. (O)