Los habitantes, comerciantes y emprendedores artesanales del tradicional y populoso barrio La Estación, ubicado en el centro de la ciudad de Riobamba, vienen insistiendo desde hace algunos años a las autoridades competentes, tanto de elección popular como a los representantes del Gobierno nacional, que dejen a un lado el quemeimportismo, la desidia y negligencia, frente a los continuos acontecimientos alarmantes y preocupantes que se suscitan diariamente, cuando la prostitución, la venta y consumo de drogas, así como la presencia de ciudadanos alcoholizados y los pleitos callejeros continúan provocando inseguridad, temor, intranquilidad y malestar en la ciudadanía.
La falta de decisión, interés y voluntad política de las autoridades correspondientes inquieta a los ciudadanos habitantes del barrio La Estación, así como a la mayoría de riobambeños que transitan por este sector, porque nadie quiere asumir responsabilidades ni mucho menos liderar un trabajo coordinado y acciones efectivas que ayuden a devolver la tranquilidad y seguridad en la población, que vive en medio de la zozobra y el miedo, a cualquier hora del día.
¿Quién debería asumir este reto en defensa de un barrio actualmente convertido en “zona roja”, peligroso e inseguro? ¿Qué dicen al respecto los funcionarios de la Gobernación de Chimborazo, la Policía Nacional, el alcalde y concejales? ¿Quién se atreve a liderar un verdadero, efectivo y organizado plan de seguridad para la erradicación progresiva de la prostitución, evitar que la plaza Eloy Alfaro siga convertida en cantina pública y en sitio predilecto para la venta y consumo de sustancias sujetas a fiscalización?
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También es necesario exhortar a la dirigencia barrial, para que a través de la unidad y organización exija y presione con mayor insistencia a las entidades gubernamentales pertinentes para que el barrio La Estación logre erradicar estas lacras sociales que ahuyentan el turismo nacional y extranjero.
Una sugerencia, ¿será posible que se pueda instalar y que entre en funcionamiento un cuartel de la Policía en las edificaciones que pertenecían a la Empresa de Ferrocarriles del Ecuador, que ahora están abandonadas y en permanente deterioro? (O)
Arturo Lara Noriega, comunicador social, Riobamba