Coincidencialmente, en este año, 2025, el 13 de abril, fecha fijada en nuestro país para la celebración del Día del Maestro, educador o profesor, y que rendimos homenaje a los docentes de todos los niveles de la educación ecuatoriana, como reconocimiento a la jerarquía de su quehacer y la importancia de su rol en la sociedad, en gracia de la niñez y juventud, también se lleva a efecto un evento cívico-democrático: la elección del presidente del Ecuador, decisión ciudadana que permitirá colateralmente evaluar las enseñanzas recibidas de sus educadores.

Festejamos y saludamos al maestro ecuatoriano, como homenaje al escritor y educador ecuatoriano Juan Montalvo, nacido el 13 de abril de 1832, aunque según el historiador Enrique Ayala Mora, Montalvo, “no fue profesor y tampoco tenía el carácter para el oficio de la docencia”. Este día es el más indicado para resaltar e insistir en la preclara labor que cumple el docente ecuatoriano rural o urbano en beneficio de la comunidad del país.

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No es tiempo de fanatismo, es tiempo de conciencia

Fue el presidente del Ecuador Alfredo Baquerizo Moreno quien en 1920 oficializó la fecha para conmemorar el Día del Maestro Ecuatoriano.

En las circunstancias por las que atraviesa nuestro país, el maestro se constituye en la base permanente para la superación y estabilidad de la colectividad y del sistema educativo, debiendo adecuarse a las exigencias científicas y tecnológicas de las nuevas técnicas de la enseñanza-aprendizaje, teniendo en cuenta que la educación debe ser de diaria innovación, por ello saludamos a todos los colegas, quienes, pese a las incomprensiones y falta de respaldo de los sustentos legales, Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), reglamento y determinadas autoridades (en particular distritales), su vocación seguirá constituyendo la fuerza que lo impulse a logros cada vez mejores, para labrar un futuro exitoso de sus educandos y la patria.

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Precariedad laboral: modelo normalizado por los ecuatorianos

La coincidencia con el evento político permite recordar y analizar lo que en el primer debate de candidatos presidenciales se refirió de la educación; pareció que con sus limitadas propuestas o referencias, en general, era un tema de poca importancia o que no lo conocían mayormente, lamentablemente, ante la preocupación general, respecto de la baja calidad educativa, que estadísticamente demuestran mayor preocupación instituciones internacionales especializadas en el tema, al igual que la inquietud para con la actual realidad del docente ecuatoriano, respecto de su desempeño y valoración, que distan mucho de épocas anteriores, donde su sola presencia merecía y recibía consideraciones.

Feliz día, colegas educadores, aunque las expectativas en los dos aspirantes finalistas a estas elecciones tampoco fueron muy alentadoras, creo que mejores días vendrán.

Meditemos

Considero que en educación deben opinar personas conocedoras del tema, que lo hayan vivido en los diferentes niveles, que sepan de planes y programas, que entiendan que es urgente volver a las especializaciones en los colegios para evitar fracasos y deserciones luego del ingreso a las universidades por falta de orientación vocacional, que es igualmente necesario revivir y reforzar la educación técnica en los colegios para así lograr una pronta ubicación laboral del graduado que no solo aspire al ingreso a la universidad y así mejore además la economía del país.

Docentes ecuatorianos, festejemos este 13 de abril, nuestro día, con la convicción de que con el ejemplo, capacidad y trabajo de nosotros podremos crear un mejor futuro para el Ecuador con cambio verdadero. (O)

Ivo Orellana Carrera, doctor en Psicología, Guayaquil