Por posgrado en la Complutense de Madrid, dentro de la materia de Derecho político comparado, debimos exponer temas de nuestros países. Con entusiasmo lo hice a pesar de que en esa época había poca literatura para mi disertación, considerando la inestabilidad que vivíamos en el continente y los casos de chilenos, argentinos y de más nacionalidades que estaban soportando gobiernos marginados de un marco jurídico legítimo.
Investigado el tema sobre la duración de dictaduras en nuestro país tuve la grata sorpresa de saber que nunca se han perpetuado en el ejercicio del poder aunque lo han buscado. Nos iniciamos mal en nuestra vida republicana: Juan J. Flores, 10 años, continuando García Moreno, cerca de 11 años; igual Eloy Alfaro. En el siglo XX hubo de corta duración como las dos últimas dictaduras militares del 60 y el 70; pero nunca se han perpetuado en el tiempo como sí ocurrió en la gran mayoría de nuestros países: Batista y los Castro en Cuba; Torrijos en Panamá; Trujillo en República Dominicana; Somoza en Nicaragua; Duvalier en Haití; Pérez Jiménez, y Chávez y Maduro en Venezuela; Rojas Pinillas en Colombia; Velasco Alvarado en Perú; Perón y los militares Massera y Viola en Argentina; Strossner en Paraguay; Pinochet en Chile; Uruguay con dictadura civil-militar; Castelo Branco en Brasil; y hacia atrás, México con Porfirio Díaz; Gómez en Venezuela; España con Franco; Portugal con Salazar.
Nuestros vecinos vivían en la década 80-90 fuertes problemas de guerrilla, tráfico de drogas, exceso de autoridad y todo los males que conllevan los desafueros legales de dictaduras. Mi tema ‘El ciudadano ecuatoriano no tolera regímenes dictatoriales por diez y más años’, ejemplo, lo que vivimos hace poco con una década degenerada. Traigo a colación esta grata experiencia de mi vida estudiantil por lo que estamos viviendo: aguantamos, sufrimos, pero como dijeron una historiadora y un expresidente, somos un país que no nos hundimos, flotamos, herencia bendita que no permitirá que nuestra santa Mariana de Jesús por más que lo haya dicho, nuestro querido y lindo país no desaparecerá; porque en el último momento surgen sentimientos lógicos, positivos, transformadores, es increíble. Lasso y Pérez están escribiendo una página inédita de verdadera política; culmínenla y venceremos con ánimo de progreso, justicia, libertad, para expresarles la más intensa y permanente gratitud. Queremos paz. (O)
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Regina Zambrano Reina, doctora en Jurisprudencia, Guayaquil