La novedad más reciente respecto al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) es que durante trece años se permitió que, en varios hospitales, caduque medicina por un valor que supera los $ 5,5 millones.

Esta situación confirma que ha sido una constante durante varias administraciones considerar que los recursos provenientes de los trabajadores afiliados son de nadie.

El presidente del directorio del IESS, Jorge Wated, en su comparecencia ante el Grupo Parlamentario de los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social, señaló que el 16 de octubre pasado ya había comunicado que asciende a $ 5,7 millones el monto en medicinas caducadas que están albergadas en diferentes tipos de bodegas, donde hay también activos que no han sido reparados, y además se registran compras en exceso.

En esos días, el gerente del hospital Carlos Andrade Marín, en un comunicado de prensa, aclaró que en julio del año anterior denunció un perjuicio por unos $ 7 millones entre el 2012 y el 2018, por concepto de medicinas e insumos caducados, y la Fiscalía General del Estado inició una indagación previa.

Las quejas de los afiliados por escasez de medicina para tratamientos puntuales han sido noticia en muchas ocasiones durante los periodos señalados.

Wated asegura que su administración ha realizado un diagnóstico y monitoreo para identificar las debilidades en la gestión del suministro de medicamentos a través del uso de herramientas web, que permiten identificar la disponibilidad de los medicamentos por establecimiento de salud. Dijo que cada hospital del IESS ha funcionado como un gobierno independiente, haciendo posible que entre 2007-2020 hayan caducado 3.804 medicamentos.

No solo se trata de que haya habido falta de planificación y control en los procesos de abastecimiento de medicina, almacenamiento y entrega a los afiliados, sino que el andamiaje de las compras con beneficio deshonesto requiere de una estructura de complicidad que logra mantenerse a flote aunque cambien los directivos. (O)