Nerviosa y desorientada, así llegó la madre de Cristiano Ronaldo a la consulta del médico. Sin embargo, el profesional la convenció para que no lo hiciera. “Usted tiene solo treinta años y ninguna razón física por la cual no pueda tener el bebé. ¡Será una bendición”, le dijo el doctor a Dolores Aveiro al contarle ella sus intenciones de abortar. La madre de CR7 pensaba que no tenía derecho a soñar. El trabajo duro y necesidades eran de las pocas cosas que tenía seguras. Pero la mujer luchó para sacar adelante a sus cuatro hijos.

Hoy está en una cama en cuidados intensivos luego de sufrir un episodio cerebrovascular grave.

Sé al pie de la letra lo que siente el portugués. Estuve en gemela situación hace diez años con mi madre. Se me ocurrió susurrarle unas palabras al oído. La mía estaba en coma, la del futbolista sé que está consciente.

Querida Dolores:

Gracias por tus desvelos, lágrimas, esfuerzo y haberle permitido al mundo ver el talento humano sobre las canchas con tu hijo.

Tus “niños” se han quedado algo tranquilos luego de que el doctor ha dicho que no tendrás secuelas como parálisis o dificultades para hablar.

Eres un importante ruido emocional silencioso en la vida del astro del fútbol, cuando no existían las novias modelos, te quedabas a dormir con tu hijo la noche anterior a los partidos importantes porque él te decía que no podía dominar sus emociones y solo tú le das paz.

Tu ritual una hora antes de los encuentros futbolísticos es arrodillarte y rezar porque a Cristiano le vaya bien. Dios debe amarte demasiado, te oye y ha sido generosísimo con tus ruegos.

Sé que cuando relatas tu historia de vida bendices a aquel doctor que años atrás hizo cambiar tu pensamiento de que el crack era un hijo “no esperado”, no por lo que es o lo que tiene ahora, sino porque te dio la oportunidad de descubrir que las vidas que has formado te han hecho grande y poderosa de amor.

He leído en tu autobiografía que fuiste tú la que apoyó incondicional a Ronaldo cuando decidió ser padre, que te pidió que cuidaras y ayudaras en la educación a su hijo mayor tal cual como lo habías hecho con él. Volaste a Florida para buscar a tu nieto de cuya madre nunca se sabrá la identidad tras un acuerdo.

Sigue luchando porque todo vuelva a su lugar; seguro tienes ganas de levantarte, ver el sol, mojarte en una tormenta y por sobre todo estar al lado de los tuyos, en Turín o en Funchal de Madeira.

Con cariño,

La hija de otra madre que también tuvo accidente cerebrovascular, pero que no sobrevivió.

PD: Antes de tener la vida privilegiada que ahora tiene, Dolores tuvo dolores fuertes: perdió a su madre cuando era niña, vivió con un padre violento, enfrentó los problemas con el alcohol de su marido e incluso superó un cáncer.

Ella es la madre coraje del más duro del fútbol.

(O)