Escuchaba decir a un político de izquierda que uno de los males del país es que no existe la transformación productiva, que solo exportamos materias primas; ponía ejemplos: en vez de exportar granos de café, exportar instantáneos o molido; en vez de pepas de cacao, barras de chocolate; banano y camarón se van como productos brutos... En absoluto comparto este criterio, basta con un ejemplo: ¿la mayoría de las personas qué prefiere comer, una banana en cáscara o una pulpa de banana?
Creo que no se entiende que la industrialización pesada no consiste en hacer pulpas, o chocolates, o camarones apanados (que sí se hacen); consiste en fabricar motores, químicos, aceros, textiles, electrónica, etcétera. ¿Lo podemos hacer?, por supuesto, pero necesitamos que la mayoría de nuestros jóvenes opten por las carreras tecnológicas para hacerlo.
El problema está en que ningún gobierno hace un plan de desarrollo (que incluye el educativo), a corto plazo y si lo hacen el siguiente gobierno cambia todo.
Realmente no sabemos a dónde vamos, lo único cierto es que queremos un Estado obeso, regalón, subsidiador y cuyo discurso esté encaminado a santificar la pobreza, aborrecer la riqueza y esquilmar al rico o al que con su esfuerzo tiene algo de dinero.(O)
David Ernesto Ricaurte Vélez,
ingeniero mecánico, Daule