Un alza mínima del salario básico no es nada para la alcancía del trabajador, le resulta negativo porque el resto de cosas como el pan, los alimentos, las medicinas, la gasolina, etcétera, suben de precio. Nadie controla nada. El perjudicado es el pobre, el pueblo, que debe ver qué hace para pagar luz, agua, casa, estudio, gas, al dentista, al pediatra, el colegio de sus hijos, etcétera. La economía doméstica de las familias no ha mejorado, y la del país peor, con todo el dinero que al Ecuador le han robado los políticos corruptos y no les han quitado ni un centavo ni a todos sus familiares que se han lucrado con plata de las arcas del Estado. Deberían leer los artículos del exvicepresidente el economista Alberto Dahik, para ver si sientan cabeza para enderezar económicamente –y moralmente– este país saqueado por malos ecuatorianos que tuvieron “poder”.(O)
Julio Morán,
Guayaquil
Pienso que esa irrisoria cantidad de aumento de salario –ocho dólares– es una burla para el trabajador. Un salario básico unificado no se lo puede estar determinando a la ligera pocos días antes de un nuevo año; pues se deben realizar estudios en muchos sentidos, basados en la realidad que vive el país, considerando aspectos fundamentales para que guarde un equilibrio entre empresarios, trabajadores, leyes laborales y controles afines que brinden garantía de idoneidad y de honestidad a todo nivel. Una familia necesita vivir con dignidad y eso comprende un salario más justo que alcance para pago de casa, alimentación, educación, vestimenta, servicios básicos, transporte, etcétera, de una familia promedio de cuatro integrantes; esto sin considerar gastos por motivos de paseos, diversiones y sin derecho a soñar siquiera en endeudarse con algún artefacto del hogar, celulares, computadoras y otros menesteres. Será muy bueno que se inicien programas tendientes a atender y entender las necesidades del trabajador ecuatoriano, ese capital humano que mueve al país y genera producción y progreso, que no se siente contento con el cuento del “gallo pelón” de todos los años, para que al final todo siga igual; pues suben mínimamente los salarios y también sube el transporte, los víveres, la ropa, servicios básicos...(O)
José Ortoneda,
Bahía de Caráquez, Manabí
Es una vergüenza y fue una acción a la ligera.(O)
Milton Farías,
Riobamba, Chimborazo