Por: Alan Sierra Nieto

Es de conocimiento público que no existe sigilo bancario en el Ecuador, el artículo 106 de la Ley Orgánica de Régimen Tributario Interno lo ratifica. Adicionalmente, los bancos deben reportar al Servicio de Rentas Internas las operaciones (depósitos, transferencias, entre otros) de sus clientes. Esta es una excelente herramienta de control tributario.

No es de extrañarse que el SRI esté enviando nuevamente notificaciones a los contribuyentes sobre sus depósitos y los ingresos formalmente declarados en sus declaraciones de impuestos. Partiendo de la presunción de que la diferencia corresponde a ingresos no declarados, lo cual es válido en una primera etapa de revisión, pero no es 100% correcto. Estas notificaciones hacen referencia desde el año fiscal 2013, el haber conservado con orden la documentación financiera es clave para justificar.

Esta información permite obtener un control más efectivo para combatir la defraudación tributaria, pero principalmente la corrupción de funcionarios públicos. Precisamente estos últimos tratan de ocultar el dinero proveniente de coimas y sobreprecios, utilizando la banca internacional, esperanzados en que esta información no llegue a manos de las autoridades de control del Ecuador. Y afortunadamente están en un error.

Obtener información financiera de otros países ya no es una utopía, la OCDE viene trabajando desde el 2014 en el Sistema de Intercambio Internacional de Información, principalmente bancario y tributario, lo cual daría a las administraciones tributarias y entidades de control de los países participantes la posibilidad de fiscalizar, combatir la defraudación tributaria y principalmente la corrupción.

La noticia de estos días es Suiza, se incorpora a este Sistema de Intercambio de Información, y a partir del 2018, proveerá información financiera sobre los clientes de la banca en este país, lo cual representa un cambio de paradigma mundial sobre el uso del “secreto bancario” como herramienta para ocultar el dinero proveniente de actos delictivos.

Panamá fue noticia el año pasado por los Panama Papers, lo cual puso en duda la legitimidad de los patrimonios ocultos por varios funcionarios públicos de países latinoamericanos y en todo el mundo. Este evento obligó a Panamá a replantear el alcance del secreto bancario y tributario de este país. En el 2016 ya firmó un acuerdo con la OCDE sobre asistencia fiscal. Podría decirse que está siguiendo los pasos de Suiza.

Todos los países del mundo luchan para equilibrar sus presupuestos, el dinero que se pierde por causa de la corrupción de funcionarios públicos y la defraudación fiscal afectan significativamente a estos países. Ecuador necesita ser parte de la cooperación mundial en intercambio de información financiera y tributaria.

El manejo de las finanzas personales en el país ha cambiado; el control, los respaldos, cumplir la ley y una correcta asesoría marcarán la diferencia a la hora de justificar las notificaciones ante el SRI. De la misma manera, una adecuada capacitación del personal encargado de auditar y fiscalizar a los funcionarios públicos ayudará a combatir lo que hoy es la mala noticia de todos los días: la corrupción.

La mejor defensa es el conocimiento. (O)