LONDRES

Ronald Coase, quien falleció en días pasados a la edad de 102 años, podría encontrarse fácilmente en la lista de británicos más influyentes del siglo XX. Coase, además de contribuir significativamente a la ciencia económica, realizó grandes aportes al Derecho. Fue acreedor del Premio Nobel por el “descubrimiento y esclarecimiento del significado de los costos de transacción y los derechos de propiedad para la estructura institucional y la funcionalidad de la economía”.

Según Coase, en su ensayo La naturaleza de la empresa (1937), las firmas se crean cuando se economizan los costos de transacción, es decir, cuando se vuelve más barato la interacción de personas, herramientas e insumos bajo un mismo techo en lugar de salir a buscar los mejores precios cada vez que se requiera de mano de obra o recursos. Concluyó que esto varía de acuerdo al tamaño de la firma. Para grandes industrias, como la automotriz, es más eficiente controlar todos los pasos en la cadena de producción y reducir los actores corporativos. Por ejemplo, Ford en algún momento creyó conveniente comprar una plantación de caucho para no tener que depender de los contratistas para las llantas de los autos. Sin embargo, existen empresas más pequeñas especialmente hoy, en la era del internet, en que los contratos les resultan menos costosos.

Los costos de transacción se refieren principalmente a las dificultades para realizar contratos. Si la lista de requerimientos para contratar a dos personas es interminable, rígida y costosa, el empresario contratará solo a una. Si las regulaciones y requisitos para formar una empresa son demasiado complejas, el empresario se irá a otro lado a crearla. El resultado de estas dificultades es la escasez de contratos que afectan negativamente el dinamismo de la economía.

En cuanto a los derechos de propiedad, cuyo aclaración lo hizo merecedor del Nobel, Coase explicó que son cruciales para resolver el problema de las externalidades (o el efecto negativo cuyos costos son asumidos por una persona distinta a la que causa el problema). Solo mediante derechos de propiedad bien definidos, se logra que quien realiza una actividad asuma sus costos y sus beneficios. Las regulaciones estatales, las cuales hasta antes de Coase eran la única solución para resolver el tema de externalidades, bien podrían obstaculizar la eficiencia de la economía. Como bien dice uno de los supuestos del ‘Teorema de Coase’: Quienes tienen la propiedad de los recursos pueden identificar la causa de los daños a su propiedad, e impedirlos por medios legales.

Las enseñanzas de Coase explican el increíble crecimiento de los últimos años en Perú y Colombia. Nuestros países vecinos han logrado entender que se puede dinamizar la economía reduciendo los costos de transacción. Este crecimiento se explica por algunas reformas que, utilizando los términos de Coase, redujeron los costos de transacción: derogación de ciertas regulaciones que obstaculizaban el emprendimiento, reducción de aranceles y barreras al comercio, mejora del arbitraje para hacer cumplir los contratos, pero sobre todo el incremento de privatizaciones que han creado derechos de propiedad.

El legado de Coase se traduce en lograr un ambiente legal en el que los derechos de propiedad estén bien definidos y la ley esté estructurada de manera que se eliminen los impedimentos para alcanzar acuerdos privados.