Nuestra invitada: Margarita Mendoza Cubillo

El prócer Olmedo, en su famoso poema épico el ‘Canto a Bolívar’, honró al Libertador al igual que la misma Sociedad de Naciones, la ONU y la OEA que proclamaron a nuestro héroe como su precursor siguiendo la obra bolivariana publicada por D. Florencio O’ Leary y D. Vicente Lecuna en 1915.

La Cátedra Libre ‘Simón Bolívar’ busca fortalecer la identidad ecuatoriana y latinoamericana con el ejemplo del Libertador así como investigar su pensamiento en la historia proyectada al futuro de la humanidad. Por ello, la Cátedra convoca siempre a docentes, estudiantes y público a rendir homenaje al Padre de la Patria especialmente en julio, mes de Simón Bolívar.

¿Por qué julio es el mes de Bolívar? Lo explica José Joaquín de Olmedo –en su Epistolario, página 496– así: “El 11 del presente entró en esta ciudad S. E. el Presidente de la República de Colombia en medio de las aclamaciones debidas a su nombre. En el mismo día llegaron 1.300 hombres que había indicado su S. E. al gobierno venían destinados a pasar al Perú”. Y el historiador Elías Muñoz Vicuña en su obra Bolívar y Guayaquil, página 19, afirma: “El 13 de julio, Bolívar procedió a agregar Guayaquil a Colombia con el respaldo del pueblo y especialmente de las mujeres”.

Y los días 26 y 27 de julio, se entrevistaron en Guayaquil Bolívar y San Martín con los siguientes logros trascendentes para América, que el Libertador resume así en carta a Santander del 29 de julio de 1822: 1.- La “libertad del Sur”; 2.- “la incorporación de Guayaquil a Colombia”; 3.- “la amistad de San Martín y del Perú para Colombia”; 4.- avance del ejército aliado para independizar al Perú. Concluye Bolívar: “El Protector aplaudió altamente la Federación Andina de los Estados Americanos como la base esencial de nuestra existencia política. Le parece que Guayaquil es muy conveniente para residencia de la Federación”.

Y especialmente, julio es el mes del Libertador porque él, Fundador y constructor de cinco naciones –Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia– nació en julio 24 de 1783 mereciendo siempre nuestro homenaje como Padre de la Patria. Y así, el prócer Olmedo, en su famoso poema épico el Canto a Bolívar, honró al Libertador al igual que la misma Sociedad de Naciones, la ONU y la OEA que proclamaron a nuestro héroe como su precursor siguiendo la obra bolivariana publicada por D. Florencio O’ Leary y D. Vicente Lecuna en 1915. Por su parte, los organismo interamericanos actuales –Unasur, Mercosur y más– no existirían con sus bases jurídicas, económicas y sociales sin las raíces bolivarianas –Carta de Jamaica, 1915; Discurso al Congreso de Angostura, 1819; Circular de Lima, 1825; Congreso Anfictiónico de Panamá, 1826; ‘Un Pensamiento sobre el Congreso de Panamá, 1826’; etcétera.

Y estos organismos deberían: 1.- Honrar a voz en cuello a su fundador Simón Bolívar con Cátedras que profundicen su estudio casi desconocido; 2.- Rechazar la leyenda negra que ciertos historiadores, sin verificación académica ni verdad han desatado contra el Padre de la Patria; 3.-Solicitar a los gobiernos bolivarianos un decreto oficial declarando homenajes solo a los procesos libertarios y suprimiendo aquellos programas que festejan las fundaciones de la conquista y opresión colonial americana durante tres siglos. Con este amanecer de nuestra historia, honremos a Simón Bolívar dedicándole el mes de julio porque él con nuestra tierra parió la Libertad, única compañera para la democracia.

* Coordinadora nacional de la Cátedra Libre Simón Bolívar.