Este miércoles 2 de febrero se instaló en el Complejo Judicial Florida Norte la audiencia preparatoria de juicio contra José Luis V. V., sospechoso de violar durante siete años a una menor de edad que sería su cuñada.

El hombre es también sospechoso de mandar a matar a su suegra cuando esta se enteró de los abusos y lo denunció. Además, se presume que estaría relacionado con otras amenazas contra la familia.

La violación fue denunciada el 27 de octubre del 2020 y la instrucción fiscal empezó el 5 de octubre del 2021.

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La audiencia del miércoles era por el caso de violación. Ahí, la familia de la víctima esperaba que finalmente se dictara prisión preventiva contra el sospechoso, pero no fue así.

La jueza Sara Martillo instaló la audiencia y ordenó reabrir la instrucción fiscal y darle diez días más para poder procesar un pedido de la defensa del sospechoso para tener una ampliación de la versión de otras de las hermanas de la víctima de violación, que ahora tiene casi 17 años.

En octubre pasado, José Luis V. V. recibió medidas cautelares por parte de la jueza Martillo, pese al pedido de prisión de la fiscal Margarita Neira.

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Marcos Dioses, uno de los abogados de la víctima, explicó que el sospechoso no se ha acercado a firmar al despacho de la fiscal, como había sido ordenado por la jueza, pues en octubre pasado presentó un certificado médico en el que se aseguraba que estaba contagiado de COVID 19 y que tenía que estar aislado.

Abogados defensores de la víctima mostraron copias del certificado medico falso y de la versión del médico al que supuestamente le falsificaron la firma. Foto: José Beltrán Foto: El Universo

Según el abogado Dioses, este certificado es falso. Dioses incluso presentó la versión libre y voluntaria que dio ante la Fiscalía el médico al que le habrían falsificado la firma, así como el certificado del Ministerio de Salud Píblica (MSP) en el que se determina que el sospechoso no consta en el listado de casos positivos.

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Dioses no sabe si el sospechoso se encuentra en el país y cuenta que actualmente no es buscado por la Policía.

Los familiares de las víctimas con carteles pidieron celeridad en el caso afuera del juzgado y exigen justicia para la familia, pues no solo existe una menor agredida, sino también una madre asesinada.

La víctima mortal es Esmeraldas Bolaños, quien fue baleada el año pasado en el centro de Guayaquil. Ella vendía billetes de lotería en la plaza Rocafuerte cuando llegaron dos hombres en moto y le dispararon en la cabeza.

Según las investigaciones policiales, los sicarios habían sido contratados para amenazar a la mujer para que dejara el proceso penal y supuestamente se les pasó la mano.

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El abogado Dioses aseguró que cuando la menor contó a su madre que su cuñado la había violado durante años, ella le reclamó a su yerno. Poco después, este hombre supuestamente habría raptado a la adolescente, la habría drogado y llevado a un departamento en el centro de Guayaquil, donde, según el abogado, la violaron cuatro hombres.

La hermana de la víctima y pareja del supuesto violador también está procesada por la Fiscalía, pues, según la versión de la menor, ella conocía de las agresiones y le decía que tenía que descontar la alimentación y que ella provocaba el abuso.

Eso asegura el abogado Dioses, quien explica que la niña durante años se quedaba al cuidado de su hermana mayor y de su pareja mientras la madre trabajaba vendiendo lotería. (I)