Cuando la Policía de Antinarcóticos irrumpió, la noche del viernes, en un negocio de venta de agua embotellada en Los Vergeles, norte de Guayaquil, los agentes no imaginaban que, oculta en el trasfondo de una oficina, hallarían “una mina de oro”, como describió uno de los uniformados que participó en el operativo.