Tras seis meses de espera y tres diligencias fallidas finalmente este jueves 21 de diciembre se instaló la audiencia de juicio con José Z. C. en la Fiscalía del Albán Borja, en el norte de Guayaquil.

El hombre que arrolló el 18 de junio, Día del Padre, a Bosco y Vinicio, dos adolescentes de 17 y 15 años, y su abuelo Bosquito Mora, de 72, permanece detenido desde entonces. Fue capturado cuando intentaba escapar entre los matorrales en estado de embriaguez.

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Su juicio lo habría retrasado su abogado defensor alegando no haber sido notificado y presentando certificados médicos, pero este jueves se instaló la audiencia y el juez escuchó los testimonio de los tres primeros agentes de la Oficina de Investigación de Accidentes de Tránsito (OIAT).

El cuarto agente llegó al lugar pero sin los equipos para reproducir los videos del siniestro. Eso causó que el juicio se suspenda y se diera nueva fecha.

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José Z. C. conducía bajo los efectos del alcohol y perdió el control del carro rojo arrollando a un hombre de 72 años y a sus nietos adolescentes. Ocurrió el 18 de junio, Día del Padre. Foto Jorge Guzmán Foto: El Universo

El 28 de diciembre se retomaría el proceso para que den su testimonio el cuatro agente y tres miembros de la familia Mora. Ese día también se va a escuchar al procesado y luego se daría la deliberación. Los deudos esperan que el mismo día se dicte sentencia contra el conductor. Están pidiendo la pena máxima de 16 años.

A seis meses del atropellamiento de Bosco, Vinicio y su abuelo Bosquito en la vía a la costa, no hay sentencia para conductor detenido

Esta semana la familia Mora realizó una convocatoria a varios medios de comunicación y a la ciudadanía en general para estar pendientes del proceso, pues señalaron que la parte procesada estaba atrasado el juicio, pese a que tienen todas la pruebas en su contra.

“El abogado defensor ha tratado de dilatar el proceso para desanimar a los testigos y que no se presenten en futuras convocatorias”, dijo Bosco Mora, padre de los adolescentes e hijo del adulto mayor que murió. El hombre y su hija de 11 años fueron testigos del arrollamiento. Estaban en la acera de enfrente esperando a que abra un local de bicicletas cuando José Z. C. perdió el control e invadió el carril de servicio de la vía a la costa.

“Ese día mi familia salió a hacer deportes y ese hombres salió a matar”, comenta entre lágrimas Mariana Loor, quien cuenta lo duro que han sido estos seis meses para todo su entorno.

Vehículo que arrolló a abuelo y sus dos nietos tenía 14 multas, 7 por exceso de velocidad

Todos están en terapia con una psicóloga para tratar de atravesar el duelo.

Bosco y Mariana comentan que por su hija menor están de pie, que ella reza cada día y pide fuerza para superar este momento.

También revelan que la niña no quiere salir de la urbanización donde viven porque no se siente segura.

“Incluso cuando salimos y estamos en algún estacionamiento ella permanece asustada. Teme que le pase lo que a sus hermanos. Es algo que estamos trabajando en terapia”, comenta Mariana, quien también es psicóloga. (I)