Dolor y zozobra predominan en callejones y calles de la cooperativa Guayas y Quil, del Guasmo sur. Los vecinos evitan salir de casa y no hablan con personas ajenas al vecindario, aunque entre ellos reconocen el deseo de que lo ocurrido cerca del mediodía del pasado jueves 7 de septiembre corresponda a un mal sueño, que lejos de serlo retrata la realidad que la violencia criminal ha impuesto en ese y otros sitios de Guayaquil.