Con anuncios coloridos que prometen cumplir el sueño de tener tu propio carro con facilidades de pago sin intereses, negocios -que se promocionan bajo la denominación de consorcios- tratan de captar clientes a través de un sistema cooperativo de fondos que ha sido objeto de quejas por parte de ciudadanos que aseguran no haber sido informados correctamente por vendedores de dichas empresas.