Juan Carlos se encontraba durmiendo en su vivienda, en la tercera etapa de La Garzota, norte de Guayaquil, cuando se percató de que antisociales habían ingresado forzando la seguridad. Con pistola y un cuchillo, los sujetos entraron a cada uno de los cuartos y encerraron a sus dos hijos, un nieto y un sobrino en uno de los dormitorios.
A todos ellos los amarraron, los amenazaron y les robaron los celulares. Este hecho se registró la madrugada del sábado 21 de septiembre en ese sector.
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“Uno de ellos me apunta y me dice que me calle o me mata, nos juntaron en mi cuarto a mis dos hijos, mi nieto y un sobrino. Nos amarraron las manos y nos taparon la boca amenazando que querían los celulares y que si bajábamos nos mataban”, comentó el guayaquileño en la denuncia.
Sin embargo, este hecho no es aislado. Residentes y comerciantes de La Garzota alertaron que, debido a la poca vigilancia que hay en ese sitio, nuevos hechos delictivos se están registrando en las últimas semanas.
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Moradores de la segunda etapa de La Garzota indicaron que antisociales aprovechan las madrugadas para rondar el sector y poder robar a las personas que caminan por esa zona.
Uno de los residentes indicó que la semana pasada hubo un tiroteo en la avenida principal por una persecución policial por unos antisociales que lograron detener, que el sector se ha vuelto más inseguro.
Dos asesinatos se han registrado en ese sector, uno en un local de comidas en la avenida Agustín Freire y otro cerca de una discoteca en la Guillermo Pareja Rolando, en febrero y marzo pasado, respectivamente.
Sin embargo, los atentados a tiros se han repetido en varias ocasiones en ese sector, detallaron vecinos.
Hombre que esperaba bus en la avenida Francisco de Orellana fue asesinado durante un robo
Residentes aledaños al templo chino contaron que sujetos armados ingresaron a una vivienda para entrar a uno de los departamentos; no obstante, los vecinos del sector se dieron cuenta a tiempo y alertaron a la Policía.
En el sector comercial de La Garzota, tanto en la principal como en el interior de la ciudadela, comerciantes prefieren cerrar temprano, antes se quedaban hasta las 21:00, pero ahora a las 19:00 ya se están yendo los invitados.
“En el sector de las fiestas no se ha visto nada, gracias a Dios, pero en otras calles sí. En la principal también aprovechan que no hay muchas personas para robarles a los transeúntes, llegan en moto, también hubo casos de vacunas”, manifestó uno de los residentes, quien prefirió mantener su nombre en reserva.
Añadió que con los apagones que se registraron en la última semana también hay más riesgo de estos eventos delictivos en ese sitio.
“Con estos apagones hemos visto que hay más personas que rondan por las noches viendo una oportunidad de robar, ahora está oscuro, no hay mucha vigilancia privada en las principales. Nosotros hemos tomado las precauciones con cámaras privadas en nuestras viviendas, pero igual le pedimos a la Policía que se realice un trabajo continuo, que se vuelva a poner alarmas comunitarias”, comentó Sara Jiménez, una residente de ese sector.
Los vecinos pidieron que se incremente el patrullaje de la Policía Nacional específicamente en horas de la tarde y noche, que es cuando también han visto circular vehículos de forma sospechosa.
Otra de las residentes de la primera etapa de La Garzota comentó que en la avenida Guillermo Pareja Rolando sí se ven patrulleros, pero los callejones internos de la ciudadela están oscuros.
“Esto parece un barrio muerto, no hay nadie. Un auxilio, una ayuda... no hay dónde acudir, no hay a quién pedir ayuda, necesitamos al menos un motorizado que esté ubicado en algún punto específico y pueda darnos ayuda para cualquier evento, eso necesitamos en este barrio que da miedo caminar por aquí”, explicó María Zambrano, trabajadora de la segunda etapa de La Garzota.
Ella añadió que otro problema es que muchos vecinos no denuncian los hechos, son víctimas de robos, pero prefieren evitar los trámites y no queda reportado el evento.
Vecinos manifestaron que se deben retomar los programas comunitarios y las reuniones con los vecinos para tener una alerta directa con la Policía Nacional y así, ante cualquier novedad que se registre en esa zona, la emergencia sea reportada de inmediato. (I)