Sin camiseta y con las manos hacia atrás, en postura similar a la de una persona cuando está aprehendida. En el lado izquierdo del pecho mostraba un tatuaje de una metralleta y el cabello pintado de amarillo. Esa fue la fotografía de un niño que se viralizó en redes sociales en estos días y que reactivó el debate de endurecer, a través de reformas al Código Orgánico Integral Penal (COIP), las sanciones a menores que participan en hechos delictivos.