“¡Mi nena, mi nena!”, gritaba desconsolada una mujer mientras abrazaba el diminuto cuerpo de una bebé en Huaquillas, provincia de El Oro.

El llanto desgarrador estremeció a todos en el lugar. La pequeña, de apenas 2 años, quedó sobre la acera con su vestido blanco empapado en sangre tras un ataque armado.

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Sujetos a bordo de una motocicleta irrumpieron en la zona y abrieron fuego contra una pareja. En la balacera, la menor de edad fue alcanzada por las balas, mientras que dos adultos también resultaron heridos.

El violento hecho ocurrió la tarde del jueves 13 de febrero en el sector 9 de Octubre, en Huaquillas.

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Los vecinos, aterrorizados por el ruido de los disparos, corrieron a refugiarse. Sin embargo, al percatarse de la tragedia, intentaron auxiliar a la pequeña, pero el daño ya estaba hecho.

Una mujer, entre gritos y sollozos, pidió ayuda desesperadamente, pero no había nada que hacer, la niña ya no tenía signos vitales.

Rápidamente, se alertó a la Policía Nacional y a los equipos de emergencia, quienes llegaron al sitio y confirmaron el fallecimiento de la menor. El cuerpo quedó tendido en la vereda, mientras la comunidad expuso su conmoción por este hecho.

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Las calles del sector se llenaron de curiosos y familiares de la víctima, quienes no podían creer la tragedia que acababa de ocurrir. El dolor y la impotencia se reflejaban en los rostros, mientras algunos intentaban consolar a la madre, quien se desplomaba de tristeza.

Peritos de Criminalística procedieron al levantamiento del cuerpo y la recopilación de evidencias. En la escena del crimen se encontraron varios casquillos de bala.

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Las primeras indagaciones apuntan a que los sicarios buscaban a uno de los heridos, pero la pequeña terminó siendo una víctima inocente de la violencia que azota a la provincia.

Se revisaron cámaras de seguridad del sector en busca de pistas que permitan identificar a los atacantes, quienes escaparon tras perpetrar el asesinato.

“No tenía culpa de nada, solo estaba jugando”, decía entre lágrimas un familiar. Una inocente se ha ido y su partida deja un vacío imposible de llenar.