El Gobierno ‘está tocando puertas’ para elegir al nuevo proveedor de la alimentación en las prisiones y zanjar así el sismo que enfrenta por la falta de la comida en los centros de rehabilitación, los reclamos de los familiares de los privados de libertad, las presiones de los organismos de derechos humanos y hasta las manifestaciones que realizan los empleados despedidos de la empresa Lafattoria, que desde 2012 se había encargado de este servicio.