Claudia, una docente de matemáticas de 43 años, no piensa volver más al colegio donde trabajaba, pues en octubre pasado empezó a recibir amenazas de un joven de 15 años que, según ella, sería parte de la banda Los Tiguerones.

La maestra daba clases en un colegio de la cooperativa Divino Niño, atrás de Socio Vivienda, en el distrito Nueva Prosperina y cuenta que el estudiante había sido cambiado de otro colegio y que era problemático, golpeaba y amenazaba a sus compañeros.

“Yo le hablaba para que no hiciera eso y primero me dejó en mi mochila un papel que decía mi nombre y “el emperador, una sola firma”. Eso, según el idioma de ellos, es “una bala en mi cabeza”, señala la maestra que se muestra asustada.

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Tras este incidente, que fue reportado al Departamento de Consejería Estudiantil, cuenta que el 9 de enero, el día que hubo la incursión armada en TC Televisión, cuando los maestros salían del colegio el estudiante en cuestión llegó con seis encapuchados y los asaltaron. Incluso a los hombres los golpearon en el piso, asegura.

La profesora señala que tres semanas después, cuando se restablecieron las clases presenciales, al llegar al plantel encontró una carta dirigida a ella. Era otra amenaza con insultos y estaba firmada con nombre y apellido del estudiante de 15 años.

Ella ha ido a Fiscalía y ha pedido medidas de protección. Ya esta semana una perita psicóloga hará una evaluación de las partes y Claudia ha sido convocada.

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“Yo estoy pidiendo mi cambio de colegio porque esa banda tiene fotos de todos los docentes, el distrito 8 es el más peligroso y lo peor es que la ley los ampara porque son menores de edad, pero nos pueden matar y hasta quedan libres”, se queja la profesora.

Extorsionadores llegaron a escuela para exigir $ 5.000 a la directora en el primer día de clases, en el noroeste de Guayaquil

Ella desde este miércoles, 8 de mayo, se conectará para dar clases virtuales y espera no encontrarse en línea con el joven que la amenazó, pues sostiene que hasta cambió de colegio a su hijo por temor.

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Pero este no ha sido el único caso. Galo, profesor de un colegio de La Prosperina, ubicado cerca de la vía a Daule, denunció a la Unión Nacional de Educadores (UNE) que entre los maestros durante el 2023 tuvieron que reunir para la cuota que se paga a los vacunadores que amenazaron al plantel hasta con explosivos.

A cada docente le tocaba poner 100 dólares de su sueldo para entregar a la banda y poder trabajar en la zona. Este profesor, que dicta materias como Lenguaje y Literatura, espera que este nuevo año lectivo la situación cambie.

Indica que es padre de familia y necesita el trabajo, por eso el año pasado aceptaron reunir la vacuna entre todos.

Son como 2.000 dólares que teníamos que entregar cada mes, dijo Galo.

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En los exteriores del colegio Tránsito Amaguaña cientos de padres esperaban este martes la inauguración del año escolar. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Hilario Beltrán, presidente de la UNE, dice que estos casos evidencian una violencia sin precedentes contra educadores en Ecuador y señala que “grupos delincuenciales han captado a muchos jóvenes, los maestros ya no tenemos autoridad frente a los estudiantes”.

Los padres también se quejan y se muestran preocupados por el regreso a clases y los peligros a los que sus hijos podrían exponerse.

Lorena cuenta que decidió contratar un expreso para que su hija de 13 años vaya más segura a clases y retorne a casa en la cooperativa Balerio Estacio, aunque dice que el peligro no está solo afuera del colegio, sino también dentro de las aulas.

El 16 % de la población de Nueva Prosperina, incluyendo a estudiantes, está vinculada a bandas delictivas, según la Policía

“Hubo peleas, amenazas, se robaban las mochilas y les pegaban a los que no querían entregar plata. Esto es bullying a otro nivel”, dice la mujer que el martes acompañó a su hija a la inauguración del año lectivo de uno de los planteles más grandes del distrito Nueva Prosperina, donde estudian unos 1.300 estudiantes.

Afuera del plantel, a las 07:00, había cuatro motos de la Policía y los uniformados estaban pendientes del ingreso de los menores y sus representantes, pero ellos esperan que estos controles sean permanentes, pues recuerdan que el año pasado, afuera de ese mismo plantel, fueron arrojados sacos con restos humanos.

El coronel Roberto Santamaría, jefe policial de Nueva Prosperina, indica que en su distrito hay 153 planteles y que 9 de ellos son priorizados, es decir, que los policías están a la hora de la entrada y de la salida. En el resto de los colegios solo hay patrullajes y recorridos.

Santamaría aclara que no tiene los recursos necesarios para dar seguridad permanente en todos los planteles.

Dice que no cuenta con 153 patrulleros y pide a los otros ministerios hacer mejoras en las infraestructuras, pues señala -por ejemplo- que las ventanas del colegio Tránsito Amaguaña dan a la calle y que eso se presta para que puedan lanzar explosivos o disparar desde los exteriores.

El jefe de la zona también agrega que ya hay dos detenidos por la incursión de vacunadores a un plantel de Balerio Estacio el lunes 6 de mayo, cuando ingresaron supuestamente a exigir 5.000 dólares a la directora. (I)