Puebloviejo, LOS RÍOS
Por equivocación, Pablo Ortiz lloró y veló el cadáver de un hombre creyendo que se trataba de su hijo, Freddy Jairón Ortiz Rendón, de 24 años.
La confusión s inició la tarde del martes, de 2 julio, cuando desconocidos acribillaron a un hombre en el interior del cementerio de la parroquia Ricaurte en el cantón Urdaneta, de la provincia de Los Ríos.
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La noticia del crimen llegó hasta la familia de Pablo, quienes incluso viajaron desde Puebloviejo a Urdaneta para acercarse a la escena del crimen.
En medio del dolor por la fatalidad, Pablo reconoció el cadáver como el de su hijo, Freddy Jairón, quien llevaba varios días desaparecido. El cadáver fue llevado a la morgue de Babahoyo.
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“A mí me dolió mucho la noticia, para mí era mi hijo, era la misma cara, son idénticos, por eso me llevé el muerto a la casa. Estando allá es que mi otro hijo me dijo que revise el cuerpo y ahí nos dimos cuenta de que no tenía el tatuaje”, comentó Pablo.
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Además, precisó que sus familiares y vecinos fueron quienes le insistieron en que el hombre que estaba muerto en el ataúd no era Freddy Jairón.
“Mis vecinos decían que no era mi hijo, que lo habían visto a las 18:30, pero yo tenía días sin verlo porque él por sus problemas de adicción a las drogas se desaparece por una semana, hasta por meses”, precisó Pablo.
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Luego, argumentó que Freddy Jairón llegó a la casa, ubicada en el sector 25 de Mayo del cantón Puebloviejo, a las 23:00 del martes, cuando estaban instalando el cortejo fúnebre.
Ante el asombro de sus allegados, dijo que había estado en la calle con unos amigos y que desconocía que su familia lo lloraba por su supuesta muerte.
La mañana del martes, 2 de julio, con apoyo de una camioneta de Bomberos de Puebloviejo, Pablo trasladó el cadáver hasta la morgue de Babahoyo, donde permanecía a la espera de que fuera retirado por sus verdaderos familiares, quienes, al parecer, serían de Quevedo.
Tras lo ocurrido, los allegados de Freddy Jairón, el joven a quien dieron por muerto, indicaron que debido a la confusión consta como fallecido en el Registro Civil, y que incluso le otorgaron un acta de defunción. Ahora esperan que ese proceso sea dado de baja y nuevamente conste como ciudadano vivo. (I)
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