Los terremotos se miden usando sismógrafos, que monitorean las ondas sísmicas que viajan a través de la Tierra después de que ocurre un movimiento telúrico. Los científicos utilizaron la escala de Richter durante muchos años, pero ahora siguen en gran medida la Escala sismológica de Mercalli, que según el Servicio Geológico de EE. UU., es una medida más precisa.