La noticia de que los cuatro cuerpos hallados en Taura eran los de los cuatro menores de las Malvinas derrumbó las ilusiones de los padres de Ismael y Josué Arroyo, Nehemías Arboleda y Steven Medina, y de cientos de familiares y amigos que estaban en los exteriores de la Unidad Judicial Valdivia, en el sur.
El ambiente de ánimo ante la resolución de prisión preventiva para los 16 militares por el delito de desaparición forzada luego de la audiencia de formulación de cargos se transformó en uno de tragedia, de tristeza.
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El resultado de prisión a los militares no convencía del todo a los familiares de los menores, pues aseguran que se debe investigar más quiénes realmente están detrás de la muerte de los niños, si fueron los propios militares o si están vinculadas otras personas más, ya sean uniformados o personas de organizaciones delictivas.
Otro de los cuestionamientos de la familia es que este informe de medicina legal no se hizo conocer de manera oportuna ya que se tenían reportes y no se oficializaba la noticia del asesinato de los niños.
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“Mi hermano me llama llorando, con el corazón destrozado, me dice: ‘Ñaño, mis hijos están muertos‘. Usted no sabe cómo me sentí”, recordó Antonio Arroyo, tío de Ismael y Josué.
Añadió que no se ha vinculado a la persona que llamó a su hermano y dijo que a los menores los habían capturado la mafia de esa zona. “Esa persona llamó y dijo que se los habían llevado una supuesta mafia, nadie lo detuvo, no está siendo investigado”, lamentó él.
Añadió que se debe explicar qué pasó con los menores, porque ellos eran niños, no merecían morir así.
Él explicó que desde que escucharon la sugerencia del presidente Daniel Noboa de que se debería condecorar como héroes nacionales a los menores les pareció muy extraño.
“Ellos no han hecho nada extraordinario, nada heroico, ¿por qué los condecoran?, porque los mataron, ¿por eso los condecoran?”, cuestionó uno de los familiares de los hermanos Arroyo.
Antonio agregó que piensan seguir protestando para que se continúe indagando sobre el crimen de los menores.
“Estamos indignados, ellos ya sabían que los niños estaban muertos, por qué nos dicen al finalizar la audiencia, cuando ya salimos. Imagínese el dolor de tantas familias, eso no le deseamos ni a nuestro peor enemigo, nuestro peor sufrimiento”, manifestó Carmen Medina, una allegada a los menores.
En el sitio, conductores detenían la marcha por la avenida 25 de Julio para lamentar esa situación. (I)