El voto nulo tuvo su capítulo de victoria en esta segunda vuelta electoral. En 54 de los 221 cantones del país sacó ventaja a los dos finalistas, bien al presidente electo Guillermo Lasso o bien al correísta Andrés Arauz, y en ciertos casos venció a ambos.

Esos cantones están ubicados en la Sierra centro, el Austro y la Amazonía, la zona de influencia del movimiento Pachakutik, que promovió el “voto nulo ideológico” en el balotaje luego de que las autoridades electorales negaran su pedido de recontar los sufragios de la primera vuelta. Su candidato a la Presidencia, Yaku Pérez Guartambel, alentó a sus seguidores a tachar las papeletas hasta el día de las elecciones.

Un análisis de EL UNIVERSO muestra que, en aquellos cantones donde Pérez obtuvo más votación en la primera vuelta, el nulo alcanzó mayor acogida en la segunda. Por ejemplo, en los once municipios donde el voto nulo superó el 40% en el balotaje, Pérez tuvo más del 50% de votación en la primera vuelta. Estos cantones son Guamote (en Chimborazo); Suscal y El Tambo (en Cañar); Paute, Nabón, Oña, Girón, Sigsig y Gualaceo (en Azuay); Saraguro (en Loja); y Yacuambí (en Zamora Chinchipe).

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Estos municipios están entre los 18 donde el nulo sobrepasó en votos a los dos candidatos finalistas que participaron en la segunda vuelta. Es decir, son jurisdicciones donde el nulo fue el ganador absoluto del balotaje.

En otros 36 municipios, el nulo venció solo a uno de los finalistas: en 32 superó a Andrés Arauz y en 4 superó a Guillermo Lasso.

Este es un escenario atípico. En la segunda vuelta de 2017, cuando Lenín Moreno se impuso ante Guillermo Lasso, el voto nulo no estuvo por encima de ninguno de los candidatos en ningún cantón.

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En esa ocasión, el nulo alcanzó el 6,3%. En cambio, en estas últimas elecciones, con casi todas las actas contabilizadas, ya alcanza el 16,3%. Hasta el momento se han registrado 1′761.149 sufragantes que anularon su voto.

La ironía del voto nulo

Javier Rodríguez Sandoval, sociólogo de la Universidad Winsconsin-Madison, advierte que ese nivel de votos nulos estaba fuera de pronóstico. Antes de estas elecciones, los comicios que más nulos habían registrado fueron los de la primera vuelta de 2006, acota. Eran tiempos de inconformidad ciudadana, de los forajidos que aclamaban el “¡que se vayan todos!”.

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El nulo del 2021 es diferente, añade Rodríguez. Lo describe como un “voto nulo ideológico de izquierda”. Para entenderlo, repasa los hechos: es difícil que quienes votaron por Pérez en la primera vuelta vieran como opción a Lasso, por ser de tendencias ideológicas diametralmente opuestas. Lo lógico, apunta Rodríguez, era que votaran por Arauz, pero no lo hicieron debido a la fuerte campaña de Pérez a favor del nulo.

Una muestra de ello es Azuay, que había sido un bastión del correísmo. En la primera vuelta dio la preferencia a Pérez. Era posible que en la segunda los votos se inclinaran a Arauz, pero no fue así. De hecho, en el balotaje, el nulo superó a Arauz en esa provincia.

“Lo irónico es que el nulo ideológico de izquierda es lo que le da la victoria al candidato de derecha. Esta es la historia más importante de estas elecciones”, concluye Rodríguez.

Para el profesor Luis Córdova Alarcón, investigador de ciencia política de la Universidad Central del Ecuador, esta eclosión del voto nulo reivindica a los electores preocupados por la ecología, la economía comunitaria y los temas de género, que a final de cuentas se quedaron sin representación.

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Esto, advierte Córdova, podría convertirse en un desafío para la gobernabilidad de Lasso, pues es improbable que esta importante porción de la ciudadanía sintonice con el proyecto extractivista y de reducción del gasto público proclamado por el presidente electo.

En este escenario, añade el investigador, tanto Pachakutik como la Izquierda Democrática, que promovieron el nulo en el balotaje, deberían tener la capacidad de aglutinar las demandas de aquellos que anularon su voto, para así tener un mayor campo de negociación con el gobierno de Lasso.

Y concluye: “Si no se consolida una mayoría legislativa en torno al bloque que, han dicho, crearán Pachakutik y la Izquierda Democrática, el voto nulo pasará a ser una anécdota de la historia política del país”. (I)