Ante la crisis política derivada del paro nacional, liderado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), una de las salidas que se ha planteado es la aplicación de lo que se conoce como la “muerte cruzada”, que se refiere a la potestad del presidente de la República de disolver la Asamblea Nacional, que está establecida en el artículo 148 de la Constitución.