Bajo el grito de “Fuera, Noboa, fuera” empezó a agruparse este viernes, 15 de noviembre, un grupo de manifestantes en los exteriores de la Caja del Seguro, en el centro norte de Quito.
Desde las 15:50, personas de la tercera edad, jubilados y estudiantes empezaron a llegar al sitio y a juntarse para comenzar las acciones de rechazo anunciadas por diferentes agrupaciones y colectivos sociales.
Publicidad
Con banderas de Ecuador y el ruido de tambores y vuvuzelas, las personas reunidas gritaban consignas en contra del gobierno del presidente Daniel Noboa.
“Fuera, el gringo de cartón”, era otra de las frases que se escuchaban a lo largo de la avenida 10 de Agosto, mientras levantaban imágenes del jefe de Estado hechas en papel y cartulina.
Publicidad
La protesta estuvo resguardada por más de una docena de policías motorizados para evitar que se produzcan desmanes.
Esta convocatoria prevé llegar hasta el centro histórico de Quito y reclamar al Gobierno por los apagones, el desempleo y lo que consideran “incapacidad” para atender la crisis nacional.
Entre los asistentes están dirigentes sociales como Gary Espinoza, presidente de la Fenocin. En una entrevista con este Diario señaló que esta manifestación es para mostrar el rechazo de las políticas del presidente Noboa.
“Dijo que iba a bajar la luz y la gasolina. Nada de eso ha cumplido. Este presidente cree que la Constitución es papel higiénico. No estamos de acuerdo tampoco con la suspensión de la vicepresidenta Verónica Abad”, señaló.
Otro dirigente que estuvo presente en la marcha fue José Villavicencio, presidente nacional de Frente Unitario de Trabajadores (FUT).
“Esta marcha es para demostrar el descontento y el rechazo de un gobierno que no ha resuelto los problemas del país. Hoy se ha convertido en un dictador y eso no lo vamos a permitir”, indicó.
Villavicencio también manifestó que la crisis energética que vive el país es responsabilidad de este gobierno y por eso ahora se acogen al derecho a la resistencia y a la protesta social.
Conforme avanzó la marcha hasta el centro histórico, los gritos de la gente se intensificaron. Uno de los reclamos más frecuentes fue la crisis energética y los apagones que vive el país.
“Estamos canteados, no hay luz”, se escuchaba entre los manifestantes.
Los asistentes también entregaban folletos a la gente que veía pasar la marcha.
Uno de las hojas volantes decía: “tenemos apagones de hasta 14 horas. Nuestros hogares, nuestra economía y nuestra salud día a día se ven más afectados”.
Entre las demandas que exigían están “rescate del sector eléctrico, bono de emergencia para desempleados, más presupuesto para salud mental y la recuperación educativa urgente”.
Para la próxima semana, el 21 de noviembre, está prevista una manifestación organizada por el FUT. (I)