En un medio siglo México abrió sus puertas al revolucionario ruso León Trotsky, a republicanos españoles o a perseguidos latinoamericanos, pero el viernes 5 de abril de 2024 sufrió un golpe inédito a su tradición de otorgar asilos, tras la incursión policial a su embajada en Ecuador. Horas antes había concedido la figura al exvicepresidente Jorge Glas, quien se refugió ahí desde diciembre, pero tenía deudas con la justicia.