Apenas la vio se enamoró. Guillermo Lasso Mendoza dice que María de Lourdes Alcívar lo flechó al instante. Pero él se veía a sí mismo muy flaco y muy feo como para gustarle a ella, que tenía piel bronceada y cabello largo y era suave y dulce, cuenta él en su libro Cartas a mis hijos, editado en el 2011.