En el Manual para el debate Ecuador 2023, aprobado la noche del pasado 20 de enero por el pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE), se establece una serie de reglas que deben seguir los ocho candidatos a la Presidencia de la República en ese espacio obligatorio.
El debate de los presidenciables se realizará el domingo 13 de agosto, es decir, una semana antes de los comicios del domingo 20 de agosto. En el caso de que haya una segunda vuelta, este será el 1 de octubre siguiente, o sea, dos semanas antes de las elecciones del 15 de octubre.
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En la normativa se menciona, de entrada, cuáles serán los “principios guía” en la conducta entre los aspirantes en el debate: “Respeto mutuo, es reconocer y apreciar las cualidades de otros, por su valor como personas y por su conocimiento y experiencia”, y “equidad e igualdad de trato y oportunidades entre las y los candidatos”.
Los aspirantes deben ceñirse a los temas que les propongan los moderadores, que serán los periodistas Andrés Jungbluth y Gisella Bayona. “Cuando los candidatos se alejen de los temas planteados, los moderadores podrán interrumpirlos, momento en el cual se silenciarán los micrófonos de los candidatos. El lapso de interrupción no se descontará del tiempo de intervención de los participantes”, dice el manual.
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Para sus exposiciones, señala el reglamento oficial, los candidatos no podrán llevar objetos, gráficos, láminas, libros, diarios, revistas ni ningún otro elemento físico, “salvo documentación de respaldo, como ayudas memoria, que será verificada por la organización del CNE previo al ingreso al set de TV, con el apoyo de la Policía Nacional, para evitar que en los documentos existan frases, leyendas o cualquier elemento visual que atente contra sus contendientes”.
Los candidatos no podrán tener tampoco ningún tipo de dispositivo electrónico durante el debate (celular, computadora, reloj inteligente, tablet, etc). Pero junto a cada atril de los participantes la organización del evento colocará hojas en blanco, un esferográfico y una botella de agua sin marca con su vaso.
Según el manual, cada candidato podrá asistir al debate acompañado por tres personas, entre las que se incluye un familiar a su elección, su comunicador o asesor político y su jefe de seguridad, quienes deberán acreditarse 96 horas antes de la realización del debate, sin opción a reemplazarlos. No estará permitido el ingreso de maquilladores y/o peluqueros de los candidatos al recinto del debate.
Para ello, se habilitará un espacio destinado a cada uno de los candidatos y las personas que los acompañen. En ningún caso los acompañantes ingresarán al set de televisión.
El protocolo para quienes asistan al lugar del debate incluirá directrices de obligatorio cumplimiento:
• No se permitirán aplausos ni abucheos ni gritos.
• No está permitido el uso de celulares.
• No podrán ingresar material publicitario alusivo a las campañas.
Los candidatos deben llegar por lo menos una hora antes del inicio del debate. El CNE dispondrá de un salón exclusivo para que esperen el inicio del debate, sin la presencia de prensa.
El artículo 279 del Código de la Democracia señala que los aspirantes que no asistan a los debates obligatorios convocados y organizados por el Consejo Nacional Electoral incurren en una infracción electoral “muy grave”; estas son sancionadas con una multa de 21 a 70 salarios básicos unificados ($ 9.450 a $ 31.500), destitución y/o suspensión de derechos de participación desde dos hasta cuatro años.
En los comicios seccionales de febrero pasado, Javier Pincay, quien era aspirante a la Alcaldía de Portoviejo por Avanza, no acudió al debate en su cantón por haber sufrido un atentado. Pincay ganó la elección. De todos modos, el Tribunal Contencioso Electoral lo sancionó con la suspensión de sus derechos políticos por dos años, con lo cual perdió la dignidad para la que fue elegido. (I)