Las confrontaciones dentro del movimiento Gente Buena están lejos de acabarse. La agrupación que impulsó la candidatura presidencial de Fernando Villavicencio, en coalición con Construye, se fragmentó en dos grupos que pugnan por el control y manejo político. Los divide precisamente la alianza con Construye, la postura frente a uno de los candidatos presidenciales en segunda vuelta y la dirigencia del movimiento, que está en proceso de legalización en el Consejo Nacional Electoral (CNE).
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Un bando es liderado por Joel Silva, director nacional ejecutivo y representante legal de Gente Buena. El otro lo encabezan Francisco Jácome y Edwin Ortega, quienes afirman seguir siendo presidente y vicepresidente del movimiento, respectivamente.
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Las diferencias quedaron en evidencia mientras se desarrollaba el conteo de votos de los comicios del 20 de agosto, por un comunicado emitido ese mismo día por el grupo de Jácome y Ortega en el que anunciaron romper la relación con Construye. Pero al día siguiente, Silva los desmintió y dijo que ellos fueron destituidos.
El siguiente capítulo en esta discordia se produjo el jueves. Por un lado, la directiva que está con Joel Silva eligió como presidente nacional de Gente Buena a Christian Zurita, quien reemplazó a Fernando Villavicencio en la carrera presidencial.
Más tarde, la otra facción informó en un comunicado que en una convención desarrollada en Quito, con coordinadores provinciales e independientes, junto con siete asambleístas electos, se resolvió ratificar a Francisco Jácome y a Edwin Ortega como presidente y vicepresidente, en su orden.
Anunciaron que apoyarán a Daniel Noboa, candidato de la alianza ADN, en el balotaje contra Luisa González, de la Revolución Ciudadana (RC).
Y además dispusieron “destituir y desconocer” a Joel Silva como representante del movimiento ante el Consejo Nacional Electoral, “por haber traicionado los principios éticos y morales, así como atribuirse funciones que no eran de su competencia”.
Dos de los protagonistas de esta disputa hablaron con EL UNIVERSO acerca de la situación que los enfrenta.
Joel Silva dijo que al parecer la “inmadurez política” de Jácome y Ortega “no tiene límites”, que “se han dedicado a peyorar al movimiento en lugar de consolidarlo”. Insistió en que los dos dejaron de ser directivos desde hace ocho días.
Comentó que la convención no tiene validez jurídica porque no fue convocada por el representante legal de la organización; por tanto, sus resoluciones no son legítimas ni tienen validez.
Según Silva, quienes asistieron a esa reunión son personas de agrupaciones ajenas a Gente Buena, que aparecieron durante la campaña electoral, algunas conformadas por Ortega.
Respecto de su destitución como representante legal, Joel indicó que quienes promueven esto deberán presentar los recursos correspondientes ante el Consejo Nacional Electoral. Luego él contestará con sus descargos. Aclaró que solo el organismo electoral puede resolver este asunto.
En cuanto a quién apoyarán en la segunda vuelta electoral, Silva precisó que no votarán por el correísmo -en referencia a Luisa González- y que tampoco apoyarán públicamente a Daniel Noboa.
Desde la otra orilla, Edwin Ortega defendió la convención, a los grupos que participaron y las decisiones adoptadas ahí. Dijo que se ratificó lo que se encuentra en los estatutos que constan en el CNE.
“Nuestras decisiones son democráticas, no son autoritarias como lo ha hecho el representante legal, bajo circunstancias por demás sospechosas y oscuras”, manifestó y adelantó que en los próximos días se emprenderán las acciones legales para remover a Silva formalmente. En caso de que el CNE ratifique a Silva, Edwin Ortega mencionó que formarán otra agrupación.
Ortega responsabilizó de la crisis de Gente Buena a la exministra María Paula Romo, una de las fundadoras del movimiento Construye (antes Ruptura 25). La acusó de estar detrás de “un plan macabro”.
“Si no cómo se puede explicar que el señor (Christian) Zurita, sin ser de Gente Buena, esté de presidente ejecutivo, porque el representante legal (Joel Silva) lo dice”, expresó Ortega.
Al ser consultado por qué se formó la coalición electoral con Construye si existen fuertes reparos contra María Paula Romo, Ortega respondió que Fernando Villavicencio avaló la alianza con el buró político.
En las elecciones anticipadas la candidatura presidencial de la alianza, que participó con la casilla 25 del movimiento Construye, alcanzó la tercera posición, con el 16,6 %. En tanto que para la Asamblea Nacional consiguió el 20,66 %, lo que ubica a Construye como la segunda fuerza política en el Legislativo.
Uno de los principales temas de la agenda parlamentaria de la bancada es crear una comisión especial que dé seguimiento a la investigación sobre el crimen de Villavicencio, asesinado el 9 de agosto, después de un evento de su campaña electoral, en Quito. (I)