“Hoy, Ecuador ha presenciado un episodio que marcará un antes y un después. Lo que ha ocurrido no es solo un golpe al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), sino un golpe directo a los cimientos de la democracia y la justicia en nuestro país. Este día, el sistema ha demostrado ser manipulable, sometido al antojo de intereses oscuros que representan el regreso de las mafias, la corrupción y el narcotráfico”.