Iván Carmigniani y Vinicio Alvarado no son candidatos, pero vuelven a enfrentarse en este 2023 en una final presidencial a los 17 años. El primero, como estratega de la campaña de Daniel Noboa Azín, de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), listas 4-35; y el otro, a la cabeza de la de Luisa González, del movimiento correísta Revolución Ciudadana (RC), lista 5.
En el 2006, Carmigniani trabajaba con el papá de Daniel, el empresario Álvaro Noboa, en lo que fue su tercera campaña presidencial. Ya lo había asesorado en las dos anteriores, en 1998 y en el 2002, en las que pasó a la segunda vuelta en segundo y primer lugar, en su orden, pero que perdió con Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez.
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Mientras que Alvarado estaba con el desconocido Rafael Correa, que llegaba a la candidatura presidencial luego de un fugaz paso por el Ministerio de Economía en el gobierno de Alfredo Palacio. Tras ganar las elecciones de ese año, Alvarado fue un personaje clave en el gabinete de Correa en los siguientes diez años, primero como secretario de la Administración Pública y luego como ministro de Turismo.
Carmigniani y Alvarado, ambos reconocidos consultores políticos, lideran los burós políticos de los aspirantes presidenciales, pero en sus círculos más cercanos hay otras figuras cuyas opiniones tienen mucho peso en las decisiones de campaña.
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La gente de Noboa
Iván Carmigniani colaboró con Álvaro Noboa hasta su tercer intento por llegar a la Presidencia, en el 2009. Una de sus movidas más recordadas en 1998 -campaña a la que llegó tres semanas antes de la primera vuelta- fue el uso del pegajoso jingle de campaña ‘Llegó la esperanza que todos queremos’.
En los últimos años estaba dedicado a sus actividades deportivas y de consultoría privadas cuando Daniel Noboa le pidió que se sumara a su campaña de los comicios anticipados derivados de la muerte cruzada que dictó Guillermo Lasso. Con él llegó, además, la comunicadora Katherine Gafter, que se encarga -como en las cinco campañas de Álvaro- de las Relaciones Públicas y Prensa.
Una de las primeras decisiones de Carmigniani fue ‘reciclar’ el jingle de 1998 con algunas actualizaciones.
En el equipo más cercano de colaboradores de Noboa están, también, María del Carmen Bunea, que se encarga de la agenda de medios; Doménica Suárez, del manejo de las redes sociales; Beatriz Moreno, que es la responsable de las finanzas; y Cynthia Gelliberth, que fue su asesora en la Asamblea Nacional y ahora es la coordinadora territorial de ADN, movimiento que está en proceso de recolección de las firmas necesarias para obtener la personería jurídica.
De su entorno familiar, en la campaña participan su esposa, Lavinia Valbonesi; su mamá, Anabella Azín, que es médica y lidera las brigadas de salud que Noboa mueve en todo el país; y su tía paterna y empresaria Isabel Noboa, que es una especie de asesora en temas económicos y de generación de empleo.
Noboa ha mencionado, asimismo, nombres de cuatro personajes que lo acompañarían en su gabinete ministerial de llegar al poder. Así, la empresaria experta en temas turísticos Gabriela Sommerfeld iría a la Cancillería; el exviceministro de Agricultura y ejecutivo de una multinacional bananera Iván Wong iría al Ministerio de Agricultura y Ganadería; Sonsoles García, abogada especialista en comercio exterior y aduanas, podría encargarse del Ministerio de Producción; e Iván Carmigniani sería su secretario de Comunicación. De ellos, Noboa ha dicho que son figuras que respaldan su candidatura.
Según fuentes cercanas al candidato, en la campaña no participan los dirigentes de las agrupaciones que auspician a Noboa: los movimientos Pueblo, Igualdad y Democracia (PID) lista 4, fundado por un familiar del expresidente Lenín Moreno, y Verde, Ético y Revolucionario (Mover), lo que era la extinta Alianza PAIS, lista 35, que en ese 2006 auspiciaba a Rafael Correa.
La gente de González
Vinicio Alvarado ha dirigido todas las campañas presidenciales del correísmo (incluyendo de la Lenín Moreno y Andrés Arauz), pero también trabaja con otros políticos de la región. El año pasado estuvo con Gustavo Petro, que ganó la presidencia de Colombia, campaña por la cual obtuvo varios premios internacionales.
Con Luisa, en la primera vuelta posicionó la figura del borrego con gafas azules y la frase “El resurgir de la patria”, pero en segunda vuelta le dio a la candidata una imagen más juvenil con la idea “Por el bien de todos”.
El buró de Luisa González está afincado en México, que es el país donde residen Vinicio Alvarado y varios exfuncionarios del correísmo que lo integran, como el excanciller Ricardo Patiño; el exministro de Cultura y músico Galo Mora; el exsecretario de Comunicación, Fernando Alvarado; y los exlegisladores Carlos Viteri Gualinga y Gabriela Rivadeneira.
El expresidente Correa es la cabeza del grupo, pero él vive en Bélgica, aunque se mueve por todo el mundo en eventos académicos y políticos. Por estos días está de visita en esa nación para asesorar a la candidata, que estuvo allá entre el 24 y el 26 de septiembre pasados, y se quedará hasta después de la segunda vuelta.
Rafael Correa y Vinicio Alvarado están sentenciados a ocho años de prisión por cohecho agravado en el caso Sobornos 2012-2016. Ricardo Patiño está llamado a juicio por el delito de instigación, que no ha prosperado por su ausencia del país; mientras que Fernando Alvarado está procesado por peculado e incumplimiento de decisiones legítimas de autoridad competente.
El equipo de asesoría de campaña se completa en Ecuador con el consultor español Fernando Casado y el periodista Orlando Pérez; en la comunicación están Juan Fernando López, Cristina Jácome y Natalie Zurita.
Otros exfuncionarios del correísmo cercanos a la candidata son el exvicepresidente Jorge Glas, que forma parte de la dirigencia de la Revolución Ciudadana, y Alexis Mera, que lleva sus asuntos jurídicos.
González no ha adelantado nombres de su gabinete ministerial, pero sí ha dicho que Rafael Correa será uno de sus principales asesores. (I)