Una vez que el Tribunal de Ejecución del caso Sobornos 2012-2016 rechazó la propuesta de Fausto Jarrín para ya no ser defensor técnico y pasar a ser el procurador judicial del expresidente Rafael Correa, el ahora asambleísta por la alianza UNES deja la representación jurídica del exmandatario, pero no se alejará de su defensa. Adelanta que a partir del conocimiento que tiene del tema jurídico y judicial, por sus años como abogado, una de sus primeras acciones como legislador será iniciar un proceso de fiscalización del Consejo de la Judicatura actual y transitorio y planteará reformas a un sinnúmero de leyes y códigos, que dice, lo necesitan.