Al menos 300 personas hacían fila la mañana de este domingo, 20 de agosto, afuera del Colegio Nacional Durán, donde el acceso fue limitado debido a las medidas de seguridad aplicadas por la Policía Nacional.
“En este sol y mire la fila que hay, no se puede entrar”, se quejó Mariela Suárez, una duraneña que había llegado desde la ciudadela Primavera 2 hasta este recinto electoral.
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La coordinadora del recinto por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), Angie Aguilar, explicó que el malestar de los ciudadanos se produjo porque no se habilitó el ingreso por el portón del plantel sino por una puerta pequeña, donde un grupo de militares y policías revisaba a cada persona, incluso chequeaba sus pertenencias.
“Ya estamos conversando con las autoridades de control para ver si podemos abrir la puerta grande”, comentó Aguilar, pero el teniente coronel de Policía Juan Pablo Calvo descartó esta posibilidad.
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“Tenemos que hacer un análisis de riesgo para ver si esto es factible”, expresó Calvo y más tarde confirmó que no se abrirán los portones del centro educativo, donde se habían instalado 58 juntas receptoras del voto, cada una tenía previsto recibir a 350 votantes.
Dentro del recinto no se observaron filas y la votación fluyó con rapidez.
“No esperé casi nada, en tres minutos voté”, comentó Narcisa V.
Lissette Arreaga, de 28 años y residente de El Recreo, alertó a la jefa coordinadora del recinto electoral de largas filas, desorden y escaso resguardo de Policía Nacional y Fuerzas Armadas en los alrededores del centro de estudios.
En las elecciones seccionales de febrero pasado, según narró Arreaga, le tomó solo cinco minutos sufragar.
Las filas se extendieron varias cuadras, hasta 200 metros, para poder ingresar a la unidad educativa.
Once uniformados de la Policía Nacional y veinte de las Fuerzas Armadas custodian el interior del centro de estudios y también en un perímetro de cien metros en el exterior.
Angie Aguilar, jefa coordinadora del recinto, alegó que la aglomeración se dio también porque las personas notificadas para ser miembros de mesa llegaron tarde, y mientras no se cumplía el cupo no se podía abrir la junta receptora del voto. Hasta las 10:00 seguían llegando, incluso una presidenta de mesa. (I)