Los plazos corren y quedan doce días para que los candidatos presidenciales Daniel Noboa y Luisa González lleguen “al corazón” de, al menos, un millón doscientas mil personas si quieren gobernar Ecuador durante los próximos cuatro años.
La lid de la segunda vuelta prevista para el 13 de abril está entre dos figuras opuestas que ahora dicen que “se juegan la vida” en estas elecciones. Luisa González es auspiciada por el movimiento de la Revolución Ciudadana (RC), del que también es presidenta junto con el líder honorífico Rafael Correa y al que se alió el movimiento Renovación Total (RETO) formando la coalición de listas 5-33.
Luisa González se autodefinió como socialdemócrata, pese a que el ideario del movimiento que ella preside —y del que fue asambleísta y colaboradora de confianza de Rafael Correa— se reconoce como de “izquierda contemporánea, pluralista, humanista, feminista y ecologista, progresista anticolonial y anticapitalista”, y del “socialismo del siglo XXI”.
Su adversario, el candidato-presidente Daniel Noboa Azín —hijo del empresario y excandidato presidencial Álvaro Noboa—, se involucró en la política como asambleísta por el extinto movimiento Ecuatoriano Unido en la Asamblea Nacional que se disolvió en 2023 y se lanzó a la Presidencia en los comicios anticipados de ese año.
Lo auspició una alianza electoral y, en mayo de 2024, logró inscribir su propia organización, Acción Democrática Nacional (ADN), lista 7, que ahora cobija su postulación y que se define como de “centroizquierda de ámbito nacional”.
Los dos se reencuentran en esta segunda vuelta y estos doce días serán determinantes para inducir al voto.
El consultor político Antonio Tramontana explica que el debate del 23 de marzo forjó dos momentos: el predebate y el posdebate, siendo este último el que zanjará los resultados.
“En la campaña predebate, el candidato tenía que convencer al elector; y ahora, en la campaña posdebate, deben ir al corazón de la gente porque el elector exige condiciones de vida”.
Ahondó en que la primera vuelta fue “puramente racional en el predebate, y el posdebate es netamente de las emociones; es de marketing político, porque va a los sentimientos y a las emociones de las personas”.
Los presidenciables pasaron a este balotaje con una diferencia de 16.746 votos: Daniel Noboa tuvo 4′527.606, un 44,17 %, y Luisa González alcanzó 4′510.860 votos, que es el 44 %.
El 9 de febrero, la papeleta tuvo 16 candidatos y, al sumar los votos de los catorce cuadros políticos restantes, hay 1′212.723 en disputa.
Es este número, según Tramontana, “la cantidad mínima de votos que son de conquista de cada candidatura”.
También está en juego animar a aquellos 243.573 ciudadanos que dejaron en blanco su papeleta y que son el 2,16 %, y a los nulos, que son 765.649, el 6,86 %.
Otro reto será estimular a las 2′467.705 personas que no fueron a votar y son el 17,97 % de ausentismo.
En contraste, en las últimas presidenciales de 2023, en primera vuelta, de 10,8 millones de sufragantes, hubo un ausentismo de 2′226.078 personas.
Los votos blancos llegaron a 220.568 y los nulos a 732.209.
En segunda vuelta, el ausentismo aumentó a 2′377.926; los nulos fueron 858.310, pero disminuyeron los votos blancos, que llegaron a ser 84.154, según las estadísticas del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Entonces, lo máximo a lo que pueden aspirar es a cooptar el millón y medio de votos o el mínimo de un millón doscientos mil, y es ahí a donde deben dirigir la promoción, dijo Tramontana.
El candidato-presidente Daniel Noboa está saliendo al territorio y acude a entrevistas en medios de comunicación.
En un mitin político del jueves anterior, encomendó a sus seguidores a proclamar su propuesta de gobierno en las calles, a sus vecinos, amigos...
Los bautizó como “embajadores” que deben salir a las calles, puerta a puerta, y hablar con la gente, con los indecisos, con los confundidos.
“No podemos estar encerrados; tenemos que salir, hablar con los medios, llegar a las personas que no están votando por nosotros; porque, si seguimos hablando con los que votaron por nosotros y que seguirán votando por nosotros, no crecemos. Tenemos que salir puerta a puerta, porque es una oportunidad de ganar un voto más. Tenemos que arrasar en donde hay desilusionados, indecisos y confundidos”, instruyó a su base política.
Luisa González está apuntando a los pueblos y nacionalidades indígenas.
Después del debate del pasado domingo, hizo propaganda en Quito, en el sector de Cutuglahua, un barrio ubicado en la periferia del sur, en donde se concentra población oriunda de la Sierra.
Este fin de semana se trasladó a la Amazonía, al Puyo, y hoy (domingo) estará con la comunidad indígena afín al correísmo liderada por Guillermo Churuchumbi, coordinador del movimiento Pachakutik (PK), que es el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), cuyo presidente, Leonidas Iza, impulsó una “plataforma de las izquierdas” para apoyarla en esta segunda vuelta.
González está llamado a “dejar de lado las diferencias” para trabajar en la “recuperación de la libertad”.
Justamente este sábado, en su concentración en el Puyo, les ofreció que, si llega a la Presidencia, declararía la “moratoria” minera y auditoría de las concesiones; además, que aplicaría la consulta previa, libre e informada.
Sin embargo, durante los diez años de mandato de Rafael Correa, del que ella fue parte, la Asamblea Nacional no aprobó la ley para aplicar esta consulta previa antes de concesionar proyectos extractivos, pese a las protestas que hizo la Conaie en aquel entonces.
Al contrario, Correa los apodaba como los indígenas de “ponchos dorados”, “ambientalistas infantiles” y “corruptos”, y les quitaron la sede de su organización ubicada en Quito, revirtiendo un comodato que le había concedido en los años 90 el extinto Ministerio de Bienestar Social.
En la víspera, Leonidas Iza, como candidato presidencial por Pachakutik, alcanzó el 5,25 % de la votación nacional, igual a 538.456 votos, posicionándose como tercero de entre los 16 cuadros.
Con ese resultado declaró su apoyo a la candidata González e hizo un llamado a respaldarla en esta segunda vuelta, y justamente este domingo suscribirían un acuerdo programático de gobierno.
Según Tramontana, este voto a Iza es “demasiado orgánico” y, para hacerse tangible ante la sociedad, quienes votaron por él podrían optar por un voto nulo o blanco. (I)