Maestros de otras provincias se unieron esta semana a la huelga de hambre que inició días atrás la Unión Nacional de Educadores (UNE) como medida para reclamar la vigencia de las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) que, entre otras cosas, fija un salario mínimo de $ 1.000 para el magisterio.