Christian Marín, exdirector regional del Ministerio del Trabajo en Quito, ratificó que el ministro del Trabajo, Harold Burbano, acudió a su oficina para presionarlo para que elimine de los registros la prohibición de ejerce cargo público a favor de Álvaro Rosero, de lo cual afirmó tiene fotografías, chats, audios los cuales son parte de una denuncia presentada en la Fiscalía del Estado por presunto tráfico de influencias en contra de Harold Burbano.
Marín fue recibido vía telemática por la Comisión de Fiscalización presidida por Ferdinan Álvarez, donde no se permitió preguntas. Minutos antes rindió su versión el ministro Harold Burbano, quien calificó de “temeraria” la denuncia en su contra y desmintió la versión del exfuncionario Marín, que un día antes fue expuesta en redes sociales. Lo que se buscaba, según el exfuncionario, es presionar para eliminar de los registros la prohibición de ejercer cargo público que tenía Álvaro Rosero, quien había sido nominado por el presidente Daniel Noboa como ministro de Gobierno y que finalmente declinó la propuesta.
“Tac tac, tomé fotografías de quienes estuvieron en mi despacho”, afirmó Marín, quien además sugirió a la comisión que solicite los videos donde “el señor ingresó violentamente al despacho”.
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El exfuncionario dijo que no discute le quiten su cargo, pero que durante el mes y medio que estuvo en el cargo lo llevó a plenitud con claridad y transparencia.
Ante los legisladores indicó que no es un tema doméstico, como lo afirmó el ministro Burbano, a quien Marín le pidió decir la verdad al país y dijo que hace quedar mal al presidente de la República. “Usted mismo me estaba presionando. Usted mismo me decía que le levante en ese momento el impedimento”.
Ante la Comisión de Fiscalización también dijo que recibió llamadas telefónicas de la señora Sharon Natasha Moreno, donde se identificó como asesora del ministro del Trabajo y aseguró que tiene “todos los chats, las conversaciones cuando comenzó a recibir presión por parte de los funcionarios: Harold Burbano, Andrea Lasso, Sharon Moreno, Jorge Yépez y toda la seguridad que ingresó a mi despacho de la regional del Ministerio del Trabajo”.
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Manifestó que la conducta presuntamente delincuencial del ministro Harold Burbano se encuadra al tipo penal de tráfico de influencias, que es lo que “cometió presuntamente el ministro del Trabajo, donde yo como ciudadano no cedí a sus pretensiones de una presión ocupando y aprovechando su jerarquía como ministro”.
Dijo que presentó la renuncia de manera irrevocable, en la cual explicó de forma minuciosa lo que pasó ese día y el motivo por qué renunció.
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Indicó que el simple hecho de que el ministro Burbano diga que lo desvinculó y que después presentó su renuncia, “eso no le quita la actitud dolosa que cometió el día 19 de noviembre en las instalaciones de la Dirección Regional del Trabajo”.
Marín indicó que espera que haya una sanción y aseguró que “más elegante, señor ministro, queda renunciando, dé un paso a un costado y no ande tramitando levantamiento de impedimento”.
El presidente de la Comisión, Ferdinan Álvarez, afirmó que el ministro fue absolutamente claro de que no ha existido ninguna presión a ningún funcionario, no ha existido ninguna irregularidad.
Si han presentado una denuncia, añadió, le corresponde a la Fiscalía del Estado determinar si hay delito, pues como Comisión de Fiscalización no pueden concluir la existencia o no de un delito.
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Álvarez indicó que si el exfuncionario dice que tiene pruebas que las presente en la Fiscalía, pues lo que se ve es que se pretendió instaurar una narrativa política, más que jurídica.
Dijo que oportunamente se analizará lo que viene después en este caso, pero que al momento no tienen otra comparecencia. Tampoco habrá informe, afirmó. (I)






















